Cada turista que ingrese a Misiones significará un árbol más para esa provincia, según un proyecto que apunta a plantar 1,5 millones de ejemplares en el término de una año, en base al promedio de visitantes, que aumentaría con esta propuesta, anunció el Ministerio de Turismo misionero. La iniciativa, denominada “Un turista para Misiones, un árbol para la selva”, está dirigida a los 2 millones de visitantes que recibe la provincia cada año y será puesta en marcha en septiembre próximo.Además del Ministerio de Turismo, trabajan en la concreción de este proyecto ambiental las carteras de Ecología y Recursos Naturales Renovables y de Cultura y Educación. La propuesta busca crear conciencia sobre la importancia de la biodiversidad y el cuidado de los escenarios naturales de la provincia, que tiene un tercio de sus 30.000 kilómetros cuadrados de superficie bajo alguna modalidad de protección y, según su ministro de Turismo, José María Arrúa, “tiene como característica saliente su belleza natural”.“El proyecto va a atraer más turistas a la provincia, porque cuando cada uno de ellos decida visitarnos sabrá que está devolviendo un árbol al planeta y contribuyendo a la preservación de la naturaleza, algo que puede ser un incentivo para elegir un destino determinado”, señaló Arrúa. El ministro estimó que “también creará un vínculo de por vida de esos visitantes con nuestros destinos, algo que es muy valioso en lo que hace a la difusión o a la llegada de familiares o amigos a la provincia”.“Las personas que lleguen a Misiones, además de disfrutar de sus bellezas naturales, tendrán la posibilidad de dejar algo concreto y tangible con lo que podrá estar ligado de por vida”, agregó el funcionario misionero. Los turistas que así lo deseen podrán recibir un certificado de padrinazgo por el árbol que se planta en su nombre, además de seguir su crecimiento y verificar su cuidado a través de una localización GPS que le será adjudicada.“Cuando no están presentes, el padrinazgo quedará a cargo de alumnos del séptimo grado de todas las escuelas provinciales, que de esta forma quedan ligados a nuestra biodiversidad e involucrados con el ambiente y la sociedad”, subrayó el ministro.Los nombres de los turistas que sean designados padrinos pero no reciban el certificado de padrinazgo serán extraídos de los registros de los hospedajes de la provincia y del control de entradas del Parque Nacional Iguazú y luego difundidos por distintos medios de comunicación y por todas las redes sociales. “La idea es que algún turista se entere de que es padrino de un árbol y, a pesar de no haber visto su plantación, se interese por su cuidado e inclusive decida volver a la provincia para ver su crecimiento”, afirmó el funcionario.El programa impulsado por las carteras provinciales mencionadas sumará a los municipios, a las organizaciones sociales y a los viveros que quieran participar, que serán los encargados de proveer los plantines y especies arbóreas que se decidan plantar. Arrúa consideró que de esta forma “reforzaremos la actividad en los viveros, crearemos conciencia sobre la importancia del cuidado de los recursos naturales y rescataremos la figura de los guardaparques en la protección de la selva”.“Además, contribuiremos a perpetuidad con el último remanente de Selva Paranaense que le queda al planeta, reforzando el compromiso de cuidar el ambiente, la biodiversidad, la naturaleza y la selva a las generaciones futuras”, remarcó el funcionario misionero.Los plantines y especies arbóreas serán plantados en las fajas ecológicas de los cursos de agua, a los costados de los caminos, en zonas de desmonte, en predios en recuperación ambiental y en espacios públicos.La ubicación final será definida en forma conjunta por el Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables y los municipios.El proyecto “Un turista para Misiones, un árbol para la selva” será elevado al Ministerio de Turismo de la Nación para evaluar su posible instrumentación en otras provincias.
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