Dos policías recibieron distintas condenas por perpetrar una brutal golpiza a tres hombres que se presentaron en la comisaría Primera de Eldorado para preguntar sobre la situación de dos detenidos, en un violento episodio perpetrado hace más de seis años. El oficial Néstor Fabian Cuenca recibió una pena de tres años de prisión en suspenso e inhabilitación a cargos públicos por seis años, tras ser hallado culpable del delito de “vejaciones”, mientras que su camarada de fuerza Jorge Manuel Hirschfeld, recibió un año, precisó un portavoz oficial. La sentencia se conoció tras desarrollarse un juicio oral y público en el Juzgado Correcional y de Menores de Eldorado. El debate se realizó bajo la modalidad de un tribunal unipersonal, en este caso presidido por la titular de dicho Juzgado, Mirtha de Bertolo Andino, ya que en dichos estrados se juzgan delitos menores a los ocho años de prisión. Cabe consignar que ambos efectivos se encontraban en funciones al momento del proceso, por lo que seguramente y tal como indica el reglamento interno policial, tras recibir una condena serían automáticamente separados de la fuerza. La investigación El hecho salió a la luz tras la denuncia que radicó una de las víctimas, tras suceder los violentos acontecimientos, el 21 de marzo de 2010. A partir de allí comenzó una minuciosa investigación a cargo del Juzgado de Instrucción 1 de Eldorado, a cargo del magistrado Roberto Horacio Saldaña. Finalmente, luego de colectarse pruebas, testimonios y evidencias, ambos uniformados fueron procesados por el citado juez por el delito de “vejaciones calificadas, por grave daño a la salud”.Otros dos efectivos fueron alcanzados por la medida, tratándose de Francisco Javier Vázquez y Juan Oscar Sosa, indicó la misma fuente. Mañana violentaAquel domingo 21 de marzo de 2010 a las 7.30, un hombre -que luego fue denunciante e identificado como Víctor Nuñez Gómez-, en compañía de Andrés Weindenbacher Harry y Alberto Weindenbacher Harry, se presentaron en la comisaría Primera de Eldorado, para interiorizarse respecto de la situación en que se encontraban dos detenidos, tal como consta en el expediente. Por ello permanecieron en la guardia. En determinado momento Andrés se dirigió hacia la puerta de ingreso al sector mesa de entradas de la dependencia, allí apareció el oficial Cuenca, quien sin mediar palabra le aplicó un puñetazo en el pecho y otro en la zona de la boca produciéndole sangrado, motivo por el cual el padre de la persona que era agredida, Alberto, quien permanecía sentado en la guardia, increpó al oficial por su accionar y al tratar de acercarse, fue reducido por otros uniformados. Al estar inmovilizado, Cuenca le propinó un fuerte golpe de puño en el ojo izquierdo, en ese instante Núñez se interpuso para tratar de separarlos, siendo tomado de los brazos por los efectivos Hirschfeld, Sosa y Vázquez, los que lo condujeron hacia la plaza de armas de la comisaría. Una vez en ese lugar, Cuenca ordenó la detención de Núñez ante lo cual este pidió explicaciones en cuanto a los motivos de su detención mientras, mediante empujones y puntapiés asestados en ambas piernas, fue conducido hacia el sector calabozos.Una paliza interminableAntes de ser alojado en la celda, Nuñez fue esposado y llevado a una oficina contigua, lugar donde Cuenca le volvió a asestar un golpe de puño en el rostro, mientras que los otros uniformados lo sujetaban de los brazos – al suceder todo esto la víctima pedía a quienes lo inmovilizaban que el oficial no les pegara más-. Pero no terminó allí: Cuenca le pidió al detenido que hiciera silencio a la vez que le ordenó que se arrodillara y una vez en esa posición recibió por parte del efectivo cuatro golpes de puño en el rostro lo que le produjo cortes en la boca. Luego le propinó golpes en ambos oídos produciendo un efecto ensordecedor. Debido a que el agredido suplicaba que no le pegara más, el oficial enfureció y le aplicó varios puntapiés en la zona de las costillas. Debido al sangrado por la boca del detenido, finalmente el oficial ordenó que permanezca detenido hasta las 11 de ese día, todo según el expediente.
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