Alumnos y docentes de la Epet 39 de El Soberbio construyen con sus propias manos los talleres para ese establecimiento educativo que funciona desde hace cuatro años en un salón comunitario. Para ello, debieron suspender las clases el lunes y el martes, aunque aclararon que “vamos a recuperar estos días, pero queremos terminar hoy (por ayer) la base y el contrapiso. Después ya deberemos contratar personal para que levanten las paredes de madera porque no podemos seguir perdiendo días de clases pese a que nos urge contar esta ampliación edilicia”, contó a PRIMERA EDICIÓN el director de esta secundaria técnica, con orientación en electromecánica, Sergio Alfredo Vallejos. La Epet 39 no tiene sede propia. Desde su creación, en 2012, funciona en un salón comunitario que el municipio usaba como centro de refugio para inundados. Es un galpón sin divisiones donde los distintos cursos deben organizarse para poder dar clases sin molestarse tanto. “Nos arreglamos como podemos, con cuatro cursos (primero, segundo, tercero y cuarto) dando clases en un mismo espacio y además el taller. Es una locura, yo tengo que estar en el pasillo como si fuera un árbitro… para avisar a los otros cuando se prenderá una máquina o para pedir que las apaguen para que pueda explicar algo un profesor”, detalló Vallejos que tiempo atrás salió en los medios cuando, a falta de un lugar adecuado, decidió montar una carpa para que ahí funcione la dirección. ¿Igualdad de oportunidades?Sin pelos en la lengua, el director de la Epet 39 salió una vez más en defensa de la educación técnica y de su institución en particular. “¿De qué calidad educativa estamos hablando? ¿Igualdad de oportunidades? Me pregunto qué oportunidades tienen mis alumnos respecto a los chicos de cualquier otra Epet de Posadas, Oberá o Dos de Mayo que sí tienen escuelas bien armadas”, remarcó.Recordó que tras la apertura de la Epet 39, el siguiente paso era la construcción de su edificio. “Pero siguieron creando escuelas en los papeles, sin edificios, y nosotros seguimos funcionando en este salón. Lamentablemente, este año inscribimos a treinta chicos por curso y no pudimos seguir… quedaron al menos quince afuera antes de poner un cartel donde aclaramos que ya no había lugar”, destacó. En cuanto a la obra actual, indicó que se trata de tres talleres de paredes de madera y piso de material, “el dinero que nos mandó el Inet y un pequeño subsidio del Gobernador, nos alcanza para hacer tres tallercitos de madera y de este modo sacar lo que ahora tenemos dentro del salón y superar así el inconveniente del ruido. Sabemos que no es la solución e incluso hacerlo de madera es arriesgado porque las herramientas que usamos -como soldadoras y amoladoras- producen chispas. Es peligro, pero es lo único que podemos hacer por ahora”, explicó Vallejos. El docente agradeció el asesoramiento que reciben sus alumnos y docentes por parte de la Epet 16 de Dos de Mayo, “no sólo nos están asesorando en la construcción sino que hoy están trabajando en la obra con nuestros alumnos”, destacó. El Inet, la Provincia y la Municipalidad Según precisó a PRIMERA EDICIÓN el intendente de El Soberbio, Roque Soboczinski, esa Municipalidad colaborará con alrededor de 20 mil pesos en mano de obra para poder levantar los talleres. “Y el Ministerio de Educación provincial aportó con 20 mil pesos en materiales de construcción”, detalló el alcalde. En realidad, según precisó el director de la Epet 39, los fondos para los materiales salieron de dos fuentes, por un lado de un plan del Instituto Nacional de Educación Técnica (Inet) y por otro de una ayuda financiera de la Gobernación.Tanto el intendente como el director coincidieron en que la nueva construcción es provisoria, un parche y no soluciona el problema de fondo: la falta de un edificio propio para la Epet 39. “Según nos dijeron en el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (Iprodha), ya tienen reservado un terreno para construir esa escuela y también un proyecto que está a cargo del arquitecto (Manuel Arcadio) Meaurio, sólo falta la partida económica para iniciar la obra”, contó Soboczinski. La Epet 39 cuenta para sus talleres con herramientas de mano y máquinas de revolución chicas. “No podemos manejar tornos, fresadoras o altos hornos porque carecemos del lugar adecuado y el Inet no te aprueba esos proyectos. Tampoco podemos tener un laboratorio de informática, una biblioteca o un laboratorio de ensayos eléctricos… nuestros alumnos se están privando de aprender”, aseveró Vallejos.





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