Hace nueve años, los habitantes del barrio 25 de Mayo, en el Oeste capitalino, se quedaron sin el servicio normal del transporte público de pasajeros. Las unidades de la línea 26 que transitaban por la zona cambiaron de recorrido por “el mal estado de las calles”, se comunicó entonces a los vecinos, y pese a que en la actualidad la avenida Almirante Brown, desde Jauretche a Vivanco y Eva Perón, se encuentra entoscada y en buenas condiciones de transitabilidad; la empresa Casimiro no ha querido dar marcha atrás en la decisión que de plano perjudicó a unas ochenta familias que dependen del colectivo para llegar al centro capitalino y también al hospital público. En la reciente reunión con el Consejo de Seguridad -conformado por éste y otros barrios aledaños- volvió a ponerse sobre la mesa el viejo reclamo para que el Grupo Z disponga el recorrido inicial de la línea 26 y todos sus ramales. “También aprovechamos la reunión del Foro para volver a plantear la problemática a la delegación municipal porque la falta de colectivo tiene que ver con todo, inclusive con la ola de inseguridad que estamos viviendo. Es mucha la gente que debe caminar de noche cuando llega al barrio o de madrugada cuando sale a trabajar, y se han vuelto el blanco favorito de los asaltantes”, graficó el presidente barrial, Rafael Marcenaro, quien ha presentado distintas notas a la empresa y a la Dirección Municipal de Transporte para que “nos devuelvan el recorrido original”, volvió a señalar Marcenaro en charla con PRIMERA EDICIÓN. “Pudimos exponer lo que nos está pasando en el barrio; de noche cuando la gente regresa está obligada a bajarse en la última parada sobre Jauretche y desde allí caminar, en algunos casos hasta doce cuadras para llegar a su casa y ese trayecto lo hacen con mucho temor -la semana pasada fue asaltada una mujer- y nos tiene muy preocupados a todos”, contó. “Necesitamos una respuesta urgente, ancianos y mujeres con niños son los más perjudicados porque deben caminar bajo lluvia, frío o calor intenso, para tomar el colectivo camino al Pami, hospital o escuelas”, clamó Marcenaro. “Pedimos explicaciones a la empresa por todos los medios. Nunca nos respondieron nada. Los vecinos ya no sabemos a quien recurrir”, expresó el hombre con franqueza. "Es nuestro derecho"Dijo Rafael Marcenaro: “Con el invierno, los días se van a volver más oscuros y fríos por la mañana y por las tardes. Estamos angustiados. Constantemente somos víctimas de hurtos y acoso. Hay personas que fueron robadas mientras volvían a sus hogares, pero no es sólo eso, pasar caminando es peligroso en todo sentido. Hasta ahora, los pedidos y reclamos no sirvieron de nada porque los colectivos no volvieron a pasar; así que en vez de un problema (la falta de transporte) se encadenaron todos los demás. Queremos que nuestra situación sensibilice a quienes tienen poder de decisión política para devolvernos nuestros derechos”, pidió.





Discussion about this post