La humilde vivienda estaba aún humeante, entre las cenizas y restos de madera quemada, cuando los bomberos se toparon con el cuerpo calcinado de Juan Rodríguez de Almeida.En un principio se pensó en la teoría de un episodio accidental, pero el informe del cuerpo de Bomberos descartó de plano esa posibilidad. Determinó que el principio ígneo fue provocado, desde afuera y hacia adentro.Así comenzó una investigación que concluyó en una revelación pasmosa: no se trató de un siniestro sino de un crimen perfectamente planificado.Los autores estuvieron a un paso de hacer creer que fue un accidente, pero el aporte de los familiares y vecinos hizo que la verdad saltara a la luz.Esas mismas personas denunciaron en el Juzgado de Instrucción 2 de Eldorado, a cargo de la jueza Nuria Allou, la inacción policial que aparentaba un presunto desinterés en avanzar en la causa.Las sospechas de la complacencia policial se acentuaron y la magistrada terminó por investigar a los propios uniformados.La causa tiene ahora tres detenidos, dos hermanos -Julián (23) y Joao (31)- y un primo de ambos, llamado Juan (32).Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN consignaron que la jueza Nuria Allou dictó el auto de prisión preventiva contra Julián y Juan en calidad de coautores del delito de “robo y homicidio agravado criminis causae” y para Joao por “encubrimiento”.No están ajenos a algún tipo de acusación los policías que tuvieron algún tipo de participación en la investigación del hecho.El incendio de la vivienda y muerte de Juan Rodríguez de Almeida ocurrió el jueves 10 de diciembre de 2015, hacia las 20.30.La causa no parecía avanzar y si sucedió fue por obra de los familiares y allegados de la víctima, que aportaron datos decisivos para la causa.Las sospechas de un crimen atroz se produndizaron con el allanamiento a la casa de Joao, donde encontraron y secuestraron una motoguadaña que pertencía al octogenario.El hermano, Julián, sindicado desde un principio como presunto responsable del hecho, fue demorado en las primeras horas y luego liberado.Cuando la Justicia recabó más indicios en su contra, fueron a buscarlo y ya no estaba.Con posterioridad, lo atraparon en Chajarí, Entre Ríos, gracias a otro dato de los familiares, de acuerdo con las constancias del expediente.Reconstrucción provisoriaEl informe de Bomberos, la declaración de testigos que habrían visto a uno de los sospechosos llegar a caballo a la casa de Juan Rodríguez de Almeida y el allanamiento a la casa de Joao, uno de los detenidos, donde encontraron elementos pertenecientes a la víctima, fueron determinantes para torcer el rumbo de la investigación.En ese contexto, el supuesto móvil del crimen fue el robo. Para los investigadores, los responsables planificaron cómo hacerlo.Luego de matar al anciano, juntaron lo que iba a robar y prendieron fuego a la casa. Por eso es homicidio “criminis causae”, porque mataron al dueño de casa para ocultar el robo.





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