Esta semana elijo tratar el tema de “la timidez en algunos niños”, porque como educadora muchas veces nos encontramos con alumnos potencialmente muy capaces, pero con un grado de timidez tal, que “no logran mostrar lo que saben”, “no pueden o no se atreven a expresarse, a preguntar, a fundamentar ideas, a discutir opiniones”… Me importa mucho “atenderlos”, “comprender su mirada” y “darles su espacio y tiempo para…”.Sabemos que los contactos interpersonales tienen mucha importancia en el desarrollo infantil y en el funcionamiento psicológico, escolar y familiar del niño. Desde su relación con sus hermanos en casa y sus primeros contactos con otros niños en la escuela infantil o en la guardería, los pequeños deben ir construyendo una serie de habilidades sociales, que forman parte de su educación y que de no establecerse de forma adecuada, pueden limitarlos en muchos aspectos de su funcionamiento, además de producirles un gran sufrimiento emocional.¿Cómo es un niño tímido?Un niño habitualmente activo y despierto se muestra decaído, inapetente o retraído. En cambio, otro, en general tranquilo, presenta conductas que denotan ansiedad, inquietud, falta de atención, actividad constante, perturbaciones en el sueño, ataques de furia, etc.La consulta con el pediatra debe ser siempre el primer paso, a fin de descartar cualquier tema orgánico. Si se demuestra que su estado físico es bueno, comenzaremos entonces a investigar las razones de los cambios que llamaron nuestra atención.Aprender a trabajar con niños tímidos es una habilidad muy importante para los educadores. Muchos pequeños muestran timidez en varias etapas de su desarrollo y pueden llegar a sentirse muy incómodos en situaciones sociales nuevas. Sin embargo, un niño que ha sido repetidamente considerado como tímido por sus padres, familiares y educadores o quien de forma consistente se aísla en situaciones sociales, requerirá especial atención de sus profesores en clase. Pensemos que los niños manifiestan sus emociones a través de su comportamiento, como así también de sus juegos y sus dibujos. Hace falta mucho recorrido para que puedan expresarse a través del lenguaje y decir por ejemplo: “mami, estoy triste”, “extraño a papá” o simplemente “no sé qué me pasa”’.Recordemos que los niños tienen una sensibilidad mucho más rica que la nuestra para percibir las variaciones en el ambiente: están siempre pendientes de nuestra mirada, nuestros gestos, nuestras presencias y ausencias (aunque parezcan muy concentrados en otra cosa).Consideremos ahora las novedades (buenas y malas) que se sumaron a nuestra vida cotidiana. Hay situaciones menos evidentes y que sin embargo los hijos presienten: discusiones entre los padres, alejamiento, enfermedad o muerte de un familiar, crisis personales, problemas laborales, económicos, por nombrar algunas de ellas.Cada niño tiene su propia modalidad para comunicar su dificultad para entender lo que está pasando. Confiemos entonces en nuestra intuición de madres: encontraremos el momento más adecuado para hablar al niño, con las palabras que nos dicta el corazón, aunque sólo sea para decirle: “entiendo que para vos también es difícil todo esto, pero podés contar conmigo, intentaré comprenderte”.En general la timidez implica ansiedad durante situaciones sociales y la renuencia a unirse a las interacciones sociales. Puede significar que un niño no habla con otros incluso cuando se le hace una pregunta directa; no participa en juegos o actividades; o no entra a lugares como el patio de recreo de la escuela a menos que lo acompañe su padre o madre, o un amigo de confianza (Malouff, 2008). La timidez puede ocasionar que un niño se abochorne cuando recibe atención en forma pública, aun cuando la atención sea positiva. La mayoría de los niños manifiestan la timidez en ciertas situaciones, como cuando empiezan a asistir a un programa preescolar o una guardería nueva. Una personalidad reservada no constituye un problema en sí; pero el comportamiento tímido sí es un problema cuando hace infeliz a un niño o le impide entablar amistad y participar en el juego y otras oportunidades de aprender.¿Qué ocasiona la timidez en un niño pequeño?La literatura de investigación sugiere que la tendencia hacia la timidez puede deberse a factores genéticos y puede ser reforzada por condiciones familiares como un estilo irregular de criar y educar a los hijos, conflictos entre familiares, críticas severas o un hermano o hermana dominante (Henderson y Zimbardo, 2008).¿Cómo pueden ayudar los padres?Los padres que aceptan y apoyan a su hijo sin protegerlo excesivamente lo ayudan a llegar a sentirse más cómodo con las interacciones sociales. El experimentar éxito en ciertas situaciones sociales anima a un niño a participar socialmente en el futuro. No surte efecto burlarse de un niño, ridiculizarlo, hablar por parte de él, tildarlo de tímido ni obligarlo a las interacciones sociales. Cómo pueden ayudar los maestrosLos maestros pueden tener presente que los niños tímidos a menudo se sienten nerviosos o ansiosos en presencia de personas o situaciones nuevas. Puede que un niño tema que los nuevos compañeros de clase no quieran estar con él o que no les caiga bien. Al compeler a niños tímidos a participar antes de que se sientan listos, tildarlos de tímidos, burlarse de ellos o ridiculizarlos, probablemente se los hará sentir aún más incómodos. Por otro lado, al pasar por alto los niños tímidos o dejar de prestarles atención, se limita su participación y su aprendizaje. Los maestros pueden ayudarlos de las siguientes maneras:- Exprese que acepta y aprecia al niño por quien es. En comparación con otros niños, los niños tímidos probablemente escucharán más al maestro y usarán menos comportamientos agresivos con los compañeros de clase.- Exprese al niño que comprende cómo se siente estar incómodo en presencia de personas desconocidas: “Cuando yo empecé a asistir a la escuela, recuerdo que me sentía igual. Al poco tiempo te irás acostumbrando a la clase. Estoy aquí si me necesitas.”- Deje que el niño observe lo que pasa en su entorno hasta que escoja a los compañeros de clase a quienes se quiere acercar.- Esté atento a si el niño parece estar perdido o incómodo en su clase, e intervenga para ayudarlo.- Haga arreglos para que un niño amistoso y más sociable haga ciertos juegos o tareas con el niño tímido.- Aproveche los grupos pequeños y actividades cooperativas de la clase para hacer que todos los niños participen.- Dé sugerencias sobre maneras en que los intereses o capacidades de un niño tímido pueden ser útiles para un grupo u otro niño.- Dele al niño una tarea específica que hacer con otro niño o grupo.- Enseñe las habilidades sociales, como maneras específicas de abordar a ot
ros, como por ejemplo, preguntando: “¿Puedo jugar contigo?” o “¿Te gusta este libro también?”- Coméntelo cuando el niño hace algo con éxito: “Ayudaste muy bien al sugerir que tu grupo usara la balanza de la mesa de ciencias para decidir cuál bloque pesaba más”.- Hable de sus preocupaciones con los padres del niño si sigue infeliz o reservado.- Considere consultar a un profesional para encontrar ayuda más específica cuando la timidez parece impedir que el niño aprenda o entable amistad.Ayuda paternal positiva- Exprese a su hijo que lo aprecia por quien es. Los niños tímidos a menudo escuchan bien y son menos agresivos que otros. Muchos pasan buen tiempo jugando a solas, tienen una relación estrecha con sus padres y son amigos leales.- Apoye al niño en las situaciones nuevas. Quédese cerca de él y deje que observe a los demás antes de unirse a ellos.- Haga actuaciones de papeles con su hijo. Ensaye con él lo que puede hacer en situaciones que le presentan dificultades.- Haga arreglos para que su hijo juegue con un solo compañero amistoso.- Identifique actividades que aprovechen las aptitudes de su hijo.- Ayude a su hijo a encontrar tareas para ayudar cuando los familiares o amigos se reúnen en el hogar, como por ejemplo, mostrando a los convidados dónde guardar los abrigos o poniendo servilletas en la mesa.- Anímelo a encontrar juguetes para niños menores que visitan o a mostrarles cómo construir con bloques, ya que su hijo puede sentirse más confiado jugando con niños más pequeños.- Deje que su hijo resuelva algunos problemas por su cuenta, aun si se siente incómodo haciéndolo. Exprese que confía en la capacidad de su hijo de lidiar con problemas y encontrar soluciones.- Nótelo y coméntelo cuando su hijo experimenta el éxito en una situación social. Por ejemplo: “La abuela se emocionó mucho cuando te escuchó hablar sobre lo que hicieron en la feria de ciencias”.por Myrian [email protected]





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