Vivir la naturaleza sin miedos

Silvana Acosta es experta en márketing, dicta charlas y cursos, está en permanente contacto con números, letras y estadísticas, pero cuando llega a su casa tiene un cable a tierra. Tanto ella como su esposo e hijos pueden disfrutar del estanque con plantas acuáticas y peces. Ella afirma que “hay que vivir la naturaleza y no tenerle miedo. Fumigamos el jardín para combatir plagas y mosquitos, pero también lo disfrutamos mucho”. Silvana cuenta que cuando “hicimos la casa y empezamos a armar el jardín con mi marido, me parecía que le faltaba algo más. Empecé a interesarme por los estanques en los jardines.Confiesa que tuvo la suerte de que “un señor me regalara unos peces, los carpas Koi, los de colores naranja. Al parecer vinieron unos negros que según me dijeron son carpas comunes. Como no me gustaba verlos en una pecera, como atrapados en una caja de cristal y no en su hábitad, más se sumaron mis ganas del estanque con las flores de los camalotes y el ruido de una cascada al caer el agua. Como mi marido me sigue en mis locuras, le gustó la idea y empezaron a hacerlo con mi hijo,  y a investigar sobre el armado cuidado y demás”. Para el armado hay que hacer un pozo profundo de no menos de un metro aproximadamente. Depende de la cantidad de peces que irán dentro y las plantas.Nosotros empezamos con tres tipos de camalotes, al que le sumamos uno más y contábamos con 10 peces. Luego se fueron reproduciendo, hoy los anaranjados ya no están, sobrevivieron los negros que se los disfruta al darles de comer. El estanque se arma con un plástico negro para que no le de posibilidad al suelo de que crezcan pastos. Al hacer el pozo se debe sacar todo lo que sea cortante, piedras y raíces, para evitar que crezcan y rompan el plástico, que contendrá el agua. El plástico se consigue en ferreterías.Luego se hace una pared de arena para que no sea tan duro y el plástico se acomode bien. Se cierran los bordes con piedras o planteras. Además de alimento, los peces se alimentan de las raíces de los camalotes y algas que se forman. Así hoy la familia disfruta de un espacio de paz, especial y diferente en su propia casa.