Los Ángeles y Arcángeles son seres espirituales, que trabajan en la realización del plan divino y nunca han abandonado la conciencia de la unidad. La diferencia principal con nosotros, los humanos, es que siempre han tenido consciencia de la Unidad con nosotros y no han encarnado en la dualidad o en la polaridad, con excepción de Metratón y Melquisedec. La realidad terrenal es dualidad. Nuestra vida se muede en dos polos que también se designan como el bien y el mal. Nuestro ámbito de aprendizaje es la tensión entre el bien y el mal. Nuestra vida se mueve entre dos polos que también se designan como el bien y el mal. Aun cuando solo hagamos el bien y luchemos contre el mal, permanecemos en la tensión entre los dos polos. Los polos nos sirven para reconocer “el bien y el mal” y para ejercer la libre elección (albedrio). Se aprende con dolor y sufrimiento, lo que significa estar separado de la Unidad y de Dios. El polo negativo: “Diabolus”, proviene de dividir y separar. Debemos mirar nuestras partes oscuras (negativas) para redimirlas. Solo podemos redimirlas a través de la aceptación y el amor, como nos enseñó Cristo, y así movernos en una posición fuera de la dualidad.La meta de nuestra “alma”, es experimentar a Dios, retornar a la Unidad, y los ángeles nos ayudan a alcanzarla. Ellos saben que el ser humano debe experimertar el lado oscuro para volver en sí. Saben que tenemos que vivir experiencias desagradables para comenzar la búsqueda de la luz y nos acompañan en todo camino, aunque nos internemos en el polo negativo.“LOS ARCÁNGELES NOS ACOMPAÑAN EN EL CAMINO DE TOMA DE CONCIENCIA”.El ámbito de aprendizaje de dualidad fue creado por Dios para que seamos conscientes y reconozcamos lo que significa estar en Dios o estar separado de Él (pag. 44 Conexión con los Angeles).Los ángeles y arcángeles son acompañantes en el camino del olvido. Si nuestra alma toma la decisión de aprender en la tierra a través de la encarnación, al nacer, el velo del ovido cubre nuestra conciencia. Olvidamos quiénes somos en realidad (dicen que un ángel nos besa en la frente y olvidamos todo). Olvidamos nuestra luz, pero seguimos siendo luz aunque nos hayamos alejado de lo divino, aunque nos vinculemos con el polo oscuro. El destello divino permanece en nosotros. Este es el camino de la toma de conciencia: Olvidamos y luego vamos recoradando poco a poco a nuestro ser de luz, que somos parte de lo divino. El Arcángel nos concede misericordia y puede retirar los velos cuando reconocemos cuáles son los velos que oscurecen nuestra luz y nos mostramos dispuestos a deshacernos de ellos.Colabora: María Ysabel [email protected]én en FB.3764-404056.





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