La víctima cumplirá 18 años en agosto, y atravesó su niñez aterrorizado, atormentado porque no sólo debió guardar silencio, debió callar por temor a que no le creyeran, a que el poder de su victimario era lo suficientemente superior para que, ante la menor insinuación de pedir socorro, su vida se transformara en un calvario superior al de los reiterados abusos sexuales sufridos y, por consiguiente, pusiera en riesgo la vida del resto de su familia.En juicio abreviado, Patricio Germán Medina Lezcano de 61 años, reconoció su responsabilidad y conducta dolosa. Que cometió aberrantes actos sexuales contra su sobrino durante cuatro años, hasta que la víctima se atrevió a confesárselo todo a su padre, poco días después de cumplir 12 años (en agosto de 2010).El acusado, paraguayo de nacimiento, aceptó este martes una condena de once años de prisión como autor en varios hechos de los delitos de “abuso sexual simple y abuso sexual con acceso carnal en concurso real”, artículo 119 del Código Penal.De acuerdo al compendio fáctico de la causa, Medina Lezcano aprovechó cada momento en que el niño quedaba bajo su presunto resguardo. Desde los 8 a los 12 años padeció los ultrajes, desde manoseos a violaciones, hasta que rompió el silencio y en brazos de su padre relató cada uno de los episodios.El ahora condenado, nacido el 17 de marzo de 1955 en la localidad paraguaya de Ybicuí, aprovechó el vínculo familiar para cometer los abusos. Gozaba de la confianza de su hermana, trabajaba y no representaba un patrón peligroso para el menor. Hasta que el lunes 23 de agosto de 2010, su padre recurrió a la Comisaría de la Mujer de Garupá, perteneciente a la Unidad Regional X, para denunciar los presuntos abusos del niño.Los análisis médicos, realizados de inmediato por galenos legistas, confirmaron las lesiones genitales.Cerca de seis años transcurrieron hasta este martes, cuando el caso llegara a debate, previsto en dos jornadas con catorce testigos citados. Pero Lezcano, aceptó un juicio abreviado, admitió su culpa y correspondiente pena.Entre las contundentes pruebas en su contra, el testimonio del menor en cámara Gesell sobresalía por su precisión al detallar los macabros episodios, que incluyeron amenazas y repetidas advertencias para que guardara silencio, porque no habrían de creerle o porque correría la misma suerte algún otro familiar.El pedido de condena correspondió a la fiscal del Tribunal Penal 1, Liliana Picazo, y para su oficialización sólo restará la firma de los jueces Martín Errecaborde (Presidente), Eduardo D’Orsaneo y Ángel Dejesús Cardozo.El Tribunal deberá definir si la condena será cumplida con prisión efectiva, en la unidad penal de Loreto posiblemente, o Medina Lezcano seguirá detenido en su domicilio del barrio Miguel Lanús de Posadas.





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