Quien pueda atravesar el puente…. el puente de sí mismo…. ha podido atravesar la sombra de su inconsciente. Quien pueda atravesar su puente… ha podido atravesar el fuego de su transformación, sus luchas sus sombras, sus miserias, sus angustias. Atravesar para resurgir como el ave fénix… resurgir del fuego, de sus cenizas… eso es la muerte y la resurrección de uno mismo, eso es la transformación de lo doloroso en algo bueno y bello. Quien pueda hacerlo, cruzando el portal de sí mismo, desafiando al guardián de su umbral podrá al final darse cuenta que esa oscuridad que veía del otro lado del puente no era sino su propia luz….Quien se atreva a caminar por el fuego transformador de su sombra , quien se anime a verse tal y cual es, quien pueda mirar cara a cara su parte más oscura, esa que esconde de los demás y la guarda bajo miles de candados dentro de sí mismo… quien pueda enfrentar y mirar en lo profundo de su interior….. Verá al final que esa oscuridad no es más que su propia luz aprisionada. Y en ese momento podrá reconocer el amanecer de su vida… No importa su edad, recién en ese momento comenzara a vivir y recién en ese instante podrá decir : Si, Sí… gracias ¡valió la pena tanto dolor! Sí, así fue, pero ahora elijo la vida, elijo el presente, elijo vivir. Es peligroso cruzar. Uno pone los pies en el camino y ya nada vuelve a ser igual… es peligroso cruzar!Pero ella igual quiso intentar. “Confió en su alma” y pensó… vale la pena intentar y de a poco comenzó a despertar, despertar a sí misma, despertar al amor verdadero, despertar a la verdad que estaba aprisionada en su interior. Y así pudo ver que esa luz que vio afuera era solo el reflejo de su interior…. pinta la vida de colores… brilla como el sol confía en la vida confía en tu alma, no te distraigas. Solo vinimos a ser felices. Colabora: Patricia CouceiroInstructora [email protected] Facebook: Patricia Monica Couceiro376-4433051





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