Al menos 20 de los 27 chicos que egresaron el año pasado de la Escuela 762, emplazada en el barrio Arroyo Blanco de esta localidad, dejaron de estudiar. Esto es así porque el BOP 77, que funciona en un sector de la 762, tiene órdenes de no inscribir a primero y segundo año. El cierre de esta secundaria está anunciado: el año que viene sólo quedará cuarto y quinto y en 2019 ya no quedará nada. Pero la comunidad resiste y lucha esta decisión tomada en una cómoda oficina de Posadas y basada en costos: es demasiado el costo de sostener una secundaria para sólo 200 alumnos. El progresivo cierre del Bachillerato con Orientación Polivalente (BOP) 77 sigue movilizando a los padres de más 200 adolescentes, de Garuhapé. Los padres interpelaron a las autoridades educativas y al Ejecutivo Municipal. Ante la falta de éxito apoyo ayuda al Bloque del Partido Agrario y Social (Pays). Comenzó a funcionar con 25 alumnos Una de las vecinas y madre de dos alumnos de esta escuela secundaria, Brígida Alcaraz, explicó que actualmente están cursando 37 chicos en tercero, cuarto y quinto años, ya que al primero y segundo no permiten que se sigan inscribiendo. “Pensar que cuando fue fundada solo había 25 chicos y ahora quieren cerrarla por falta de matrícula”, recordó. En 2014, las autoridades del Bachillerato informaron que ya no inscribirían para primer año ante la inminente apertura de la Epet 49, que funcionaría en la derruida terminal de colectivos del centro de Garuhapé, a un kilómetro y medio de Arroyo Blanco, y que por el precario estado edilicio funciona en el Centro Integrador Comunitario (CIC) del pueblo.Esta medida generó diversos reclamos ante la directora de la institución, Gladys Mabel Sánchez. Con el argumento de la escasez de matrícula y falta de infraestructura, hasta el propio intendente, Avelino González (FR) avaló esa decisión obligando a los nuevos ingresantes a trasladarse, en muchos casos, más de tres kilómetros y medio hasta el centro. “Los chicos andan changueando”La distancia que significa para los chicos, provocó altos índices de deserción. “Es muy triste ver a un montón de chicos que al no poder estudiar, andan changueando o dando vueltas por ahí con el riesgo de agarrar cualquier vicio. Este año terminan 27 chicos el séptimo grado en la Escuela 762. No todos podrán seguir porque tienen más gastos mandarlos a la escuela técnica. Los útiles y la ropa que entrega el Gobierno no alcanza para todos los chicos y al tener clases de mañana y tarde, ¿cómo van a hacer al mediodía si tienen que caminar siete kilómetros para ir y volver?”, se preguntó Susana Britez, otra de las madres movilizadas y dueña de la casa donde funcionó la escuela en sus primeros años.Señaló que sus hijos ya terminaron; pero ella sigue luchando por la educación de sus sobrinos y todos los demás. “Una ve en la televisión que el Gobernador dice que donde hay un chico tiene que haber una escuela abierta, entonces porque razón están cerrando una escuela secundaria diciendo que no hay matrícula cuando esto es mentira?. Acá hay chicos que vienen caminando dos kilómetros a esta escuela; imagínese si tienen que caminar un kilómetro y medio más hasta el centro; ningún chico podrá terminar”. Ilusión perdida El diputado Martín Sereno se acercó hasta Garuhapé a escuchar a los vecinos de Arroyo Blanco; “Los chicos no pueden llegar hasta esa escuela porque los caminos están intransitables ni tampoco hay transporte que garantice la asistencia a clases obligándolos a caminar grandes distancias en el barro hasta el asfalto. Con este tipo de decisiones estamos condenando a gran cantidad de jóvenes a repetir la historia de pobreza de sus padres. Las quejas y reclamos de estos vecinos son cajoneados hace dos años, como el futuro de sus hijos”, indicó.Según relataron los padres al legislador, la supervisora escolar, Gladis Cubas, prometió que ni bien asuman las nuevas autoridades se solucionaría este tema. Pero cuando el 23 de febrero fueron al Ministerio de Educación, el funcionario que los recibió, Horacio Ortiz, no estaba enterado de lo que estaba pasando. “Él también prometió soluciones, y nos pidió que lo llamáramos en una semana, y al cabo de esos días, nos atendió su secretario diciéndonos que no había marcha atrás. Estamos cansados de que nos mientan”, relató con enojo Brígida Alcaraz. “Lo único que pedimos es que las autoridades revean el caso, que escuchen a los más humildes. La educación no puede ser solo para los chicos del centro, porque de esa manera están discriminando a nuestros hijos”, lamentó.Gestiones para que los chicos puedan estudiarCon estos testimonios y el compromiso de los padres, el diputado Sereno se comprometió a garantizar que los 177 chicos que realizan la primaria en la Escuela 762, no pierdan la posibilidad de cursar sus estudios secundarios en su barrio por decisiones equivocadas. “Con el cierre de esta secundaria y con la no inclusión de nuevos ingresantes se está cercenado el derecho a la educación. Desde el Partido Agrario y Social vamos a realizar todas las gestiones necesarias para la continuidad del BOP 77. Es muy doloroso ver como estos padres asumen que, en caso de no contar con este secundario donde actualmente está funcionando, sus hijos desertarán de estudiar. Tiene que haber soluciones prácticas a esta situación. Los vecinos no piden la creación de una escuela nueva, están luchando por qué no se cierre la que ya está en funcionamiento”, enfatizó el legislador.“No se puede crecer sin educación”El director de la Escuela 762, Hermenegildo Ortiz, también demostró su pesar por esta situación. “La fortaleza más importante que tenemos en esta institución es el apoyo de los padres. Nuestra comunidad tiene un objetivo claro que es seguir creciendo, y no se puede crecer sin educación. El 70% de esta institución fue construida con aporte de los vecinos, y cuando se necesitó un lugar para que la secundaria comience a funcionar la familia Christ puso su casa por casi dos años; una vecina donó una hectárea de su chacra para que si el Gobierno quiere construir un edificio nuevo pueda hacerlo, y hoy ven y padecen la lenta agonía de este cierre progresivo del BOP 77. Esto va en contra de los derechos que los chicos tienen a una educación. De los 29 chicos que egresaron de esta escuela primaria en 2014, pocos pudieron seguir estudiando porque no permitían inscribirlos acá. Por eso, comunidad y docentes estamos rogando que nuestras autoridades revean esta situación. No se puede sentir otra cosa que amargura ante este tipo de casos”, finalizó. El grupo de padres reunidos agradeció al legislador provincial por interiorizarse acerca de la problemática, y además manifestó su intención de movilizarse y llevar adelante las acciones necesarias pa
ra impedir el cierre del establecimiento.





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