Hola Chacho: Te saluda un “canaya” desde Posadas (Misiones). Confío que con los medios de comunicación actuales, Internet y las redes sociales, que tan rápido transmiten y multiplican la información, puedan llegarte estas palabras, a pesar de que nos distancien 900 km. y nunca nos hayamos conocido.El objetivo de la carta es simple: aportar mi granito de arena para que haya paz en el fútbol. Me dirijo a vos porque sé que podés contribuir a ello. Tu triple rol de jugador/hincha/técnico, sumado al de referente indiscutible para todo el pueblo auriazul, te conlleva una gran responsabilidad, y desde tu posición hay mucho que podrías hacer.Escribo en la antesala del clásico, “la final del mundo” como lo describiste el viernes al término del partido con Godoy Cruz. Espero que el plantel lo entienda como un acontecimiento en el que si bien hay que demostrar amor por la camiseta, hombría, se luche cada pelota como si fuera la última, no se regale nada, esto se mal interprete o se mal encauce y degenere algo que simplemente es un juego, una verdadera fiesta.No soy quién para decirte qué debe hacer el equipo dentro de la cancha, pero como hombre que busca el bien y está en contacto con diferentes grupos de personas (soy docente y un delegado de jóvenes en la Iglesia), puedo decirte que podrías incentivar la paz en tus dirigidos, en tu cuerpo técnico, en los dirigentes y en la hinchada, siendo vos mismo modelo de la misma. ¿Cómo? Al no conocerte personalmente se me dificulta darte consejos, pero se me ocurren situaciones irrisorias (¿utópicas?), como tomar el “Nervocalm” que vende el farmacéutico de Mafalda, o “amenazar” al que se va de mambo y pega piñas y patadas con que no jugará la Libertadores. Repito, no sé, a vos tal vez se te ocurran acciones más pertinentes, apropiadas. Pero algo hay que hacer. La búsqueda de la paz implica acciones, no es meramente pasiva. No hay que esperar que ganemos 3-0 y los de Newell’s se comporten como santitos para que en Arroyito se viva un clima de fiesta. Si ellos pegan, que se ofrezca la otra mejilla, y confiemos en que el cuarteto arbitral imparta justicia, o que la AFA al ver los vídeos sancione a los belicosos. No podemos arriesgarnos con tontas rojas, sabiendo que jugamos partidos importantísimos en las próximas fechas. Y menos que nos cierren el estadio por hechos de violencia.Concluyo felicitándote por todo lo que has logrado en tan poco tiempo como técnico. Otros hinchas se preguntarán por qué, si aún no has conquistado título alguno. No importa, eso ya vendrá, solo hay que ser perseverantes, confiar en el trabajo que se está haciendo, luchar por mejorar cada día. Tu gran logro es el de haber renovado las ilusiones de la nación “canaya”, y junto con la dirigencia, que se mantenga la base del equipo para intentar conseguir algo que nos es esquivo desde hace veinte años. Estamos en buen camino. ¡Ahora ganemos el torneo de la paz, de la vida! El del Fair-Play si se quiere. ¡Y luego vendrán el de la AFA y el de la Conmebol!Desde la Tierra Colorada, te mando un abrazo gigante como nuestro estadio.





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