Señora Directora: ¿Quién te gobierna? Las acciones son más sinceras que las palabras. Si no pensamos podemos sufrir el síndrome de la rana hervida. Hay que saber con quién identificarse, con el que quiere el bienestar general o el interés personal, el que sabe ponerse en tus zapatos del que te los arroja por la cabeza. Hay que aprender a diferenciar lo que se dice de lo que se hace, porque es moneda corriente la mentira para conseguir cosas. Hay que escuchar varias campanas, porque el discurso único solo conduce rebaños. Hay que saber que las palabras modifican la realidad, la explican, y que si se utilizan mal, confunden a la gente, aunque quizás sea esa la intención. Populismo no es lo mismo que gobierno popular; democracia que dictadura. La gente clasifica para poder entender, pero no entiende porque los medios tergiversan el sentido de las palabras, para injuriar al contrario a sus intereses. Hay que saber discriminar la derecha de la izquierda, los progresistas de los conservadores, un estado liberal de un estado benefactor; un gobierno democrático de un gobierno oligárquico. Aunque suele pasar que las clases medias se identifiquen más con el rico que el pobre, todos tendemos a apuntar para arriba, pero no dejemos de tender la mano al de abajo. Hay que entender la diferencia legal de lo que es gobernar por decreto o hacerlo con el congreso. Gobernar con legitimidad que con coerción. Hay que saber diferenciar la noticia de la propaganda política. Hay que aprender a tener una introspección, saber que los miedos que uno tiene, las proyecciones, las ilusiones, las ambiciones, a veces confunden la realidad, y así uno se deja mentir para poder cambiar, cuando es uno el que tiene que hacerlo. Porque no hay nada más cómodo que tener un chivo expiatorio a los males sociales, ni nada más fácil que esperar la solución de todos los males en un líder carismático. No es lo mismo derechos humanos que humanos de derecha. No es lo mismo Ley de medios, que media ley. Que los medios justifican el fin, que los medios digan la verdad. Re priman la marcha que te repriman en la marcha. Si es lo mismo privatizar una empresa que poner a directores de empresas privadas en las empresas estatales y es lo mismo las políticas del Gran Reformador, como le gustaba llamarlo, a las políticas actuales. Donde hay progreso hay cambio, pero donde hay retroceso hay retroceso ¿Megacanje o megachantaje? No es lo mismo fiscal ajústese que ajuste fiscal, pues este último lo pagan los más vulnerables. El FMI fuerza de misión imposible de la película misión imposible del FMI que conocemos los argentinos que hace imposible la fuerza productiva de un país. Se derraman los ríos pero nunca el capital. Hay que saber que el cepo era para vos y no vos para el cepo, que las retenciones querían asfaltar tu calle y no embarrar al campo. Que endeudarte más hacen más pesado el yugo. Que a los usureros no les interesa donde se invierte el dinero, sino solo multiplicar sus intereses, tienen la gallina de los huevos de oro, porque hacen plata de la plata y deudas de la deuda. Se pone en la misma balanza moral pagar intereses como despedir a trabajadores, porque es sagrada la propiedad privada pero no la vida humana. Habrá ñoquis que cobran sin trabajar, pero no se puede llamar ñoqui a todo trabajador, el salario es un costo más, pero la pobreza a la larga cuesta más al estado, si hay que recortar podrían emparejar sus sueldos con el de los docentes. Decía Joseph Pulitzer: una prensa cínica, mercenaria y demagógica producirá un pueblo cínico, mercenario y demagógico”.No critiques a tu enemigo que por ahí mejora, pero sin prensa opositora qué criterios van a tener sobre sus errores. Como dijo uno la fe mueve montañas pero la duda las vuelve a poner en su sitio otra vez.Pablo Martín Gallero





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