Es que la acumulación de residuos malolientes se repetía diariamente en la esquina de las avenidas Bustamante y Francisco de Haro.Desde hace dos años se había convertido en fuente de olores nauseabundos y foco de contaminación que perjudicaba a los vecinos, con presencia permanente de moscas, mosquitos y roedores, además de provocar problemas de circulación en la zona a causa de la basura acumulada.PRIMERA EDICIÓN publicó hace unas semanas cómo se veía ese lugar, donde los vecinos tiraban residuos orgánicos e inorgánicos, incluso prendían fuego dentro de los contenedores.





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