Según los municipales, Castro ordenó el cierre del edificio comunal y envió a un grupo de personas que con violencia – según denuncian los trabajadores organizados en ATE- impidió el ingreso y sacó a dos empleados que se encontraban en el interior del edificio. El conflicto de renovadores afecta a unos 30 empleados y que en las elecciones pasadas trabajaron para el exintendente Aníbal Clos. "Bajaron de una camioneta, nos encerraron a mí y a otro compañero que se encontraba en su lugar de trabajo, mientras que a los compañeros que estaban afuera no los dejaron entrar. Después nos echaron a los empujones", expresó una delegada de Ate, Sandra Machado.





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