Lejos quedaron los festejos de las fiestas, desarmadas están las largas mesas donde familiares y amigos compartieron noches de diversión y agradables charlas.Mudo se encuentra el cielo que fue iluminado por ruidosos y coloridos fuegos artificiales, lentamente se van guardando y ordenando en cajas los decorados de jornadas de fiestas pasadas, las mismas guirnaldas y luces volverán a esas cajas selladas y guardadas en algún oscuro rincón para salir con todo su esplendor en menos de un año. Con el inicio del nuevo año vamos abriendo las maletas, en busca de esa paz y quietud que nos darán otros cielos en otros lares lejanos.Buscamos ese rincón lejano que nos dé nuevos aires, caminos que nos cuenten nuevas verdades, silencios para compartir con nuestra compañera, momentos que se hacen únicos amalgamados con diversos paisajes que correspondan ese momento.Sorprender a nuestra pareja con lugares únicos, y no tan comerciales como los complejos turísticos que se encuentran atestadas de personas que buscan el descanso reparador después de una año difícil.Estas latitudes encierran misterios que merecen ser descubiertas en la complicidad de unos locos enamorados, en una especie de aventura, donde no solo descubriremos bellos paisajes, sino también nos iremos descubriendo con la otra persona un mismo sentimiento de amor y reciprocidad.Y no puedo dejar de nombrar algún lugar de la costa del pacífico donde imponentes acantilados separan asombrosos contrastes entre la bravura y la frialdad del océano con la calidez y el silencio del desierto más árido del planeta. Pero sin dudas, es su atardecer el que envuelve el paisaje con una rara belleza contemplando en el horizonte como lentamente el sol se oculta el último lugar donde se puede esconder.Adentrándonos más entre las altas cumbres, podemos disfrutar sus lluvias de verano, donde grandes lagos de agua se depositan en milenarios bloques de sal que hace perder la noción del tiempo y el espacio al visitante, donde se puede apreciar el mismísimo cielo reflejado en la tierra y donde el horizonte se nos presenta como una gran cortina azul frente a nuestros ojos. No ya que soñar para viajar a mundos mágicos con la personas que amamos, simplemente este es un verdadero mundo de sorpresas, donde simplemente tenemos que levantar la mirada y vivirlo junto a esa persona que está con nosotros y que también queremos descubrir y que nos parece tan apasionante como el propio mundo.Ir en busca de lo que se encuentra afuera tomándonos de la mano con esa persona que amamos, no hace falta planes o un riguroso estudio del terreno, muchas veces la aventura va de la mano con la improvisación.Contemplar milenarios hielos del sur afrontando la rigurosidad del clima con simple pero cálido abrazo, enseñando a la otra persona a escuchar el silencio y como cerrando los ojos se puede disfrutar el paisaje.Quebradas con sus cerros multicolores nos harán vivir, no una luna de miel diferente, sino única.Muchas veces no hace falta la imaginación para poder vivir momentos o lugares únicos, simplemente hay que animarse tomándola de la mano con convicción y llevarla a vivir lo más cercano al verdadero sentido de la vida.En el hecho de amar ya estamos viviendo un momento único, diferente y que nunca se volverá a repetir, porque cada relación es tiene sus cualidades. Entonces por qué a bellos sentimiento del alma, no le agregamos lo más hermoso de nuestra realidad, así descubriremos que muchas veces todo lo que creemos mágico e imposible se hace realidad y viceversa. (Fue en Enero de 2015 y sentimos lo mismo)Por Raúl [email protected]





Discussion about this post