Señora Directora: Soy una asidua seguidora de las Cartas de Lectores que publica ese Diario y hay opiniones allí de quienes lo hacen con las que puedo o no compartir, pero celebro la posibilidad de poder contar con ellas. Siempre me solazo con lo que allí se dice, incluso con aquellas que pudieran estar en la antítesis de mis pensamientos, ya que me permiten una visión más completa de quiénes somos.En ellas queda la evidencia de que es cierto que las verdades siempre son relativas y hacen al cristal ideológico –pero, no partidario- con que se mira la realidad que nos rodea e impacta. Pluralidad que no todos comprenden ni comparten, rechazando en el enriquecimiento que se puede lograr aprendiendo a comprender las razones del otro, de quien expresa una idea, sin importar lo modesta o lo genial que pudiera ser.No entiendo entonces cómo algunos de esos lectores se convierten en censores de otros que piensan diferente o ven la realidad desde una óptica distinta, donde también juega el grado de formación general que se tuviera. Aunque ésta no es una razón para descalificar al próximo (o prójimo) y sobre todo cuando la cuestión se aprecia de manera opuesta a la propia visión. Incluso si se tratara de clichés tomados de un tercero y que se repiten convirtiéndolos en “verdad irrefutable”.La historia está plagada de esos ejemplos que poblaron cementerios o generaron las injusticias más atroces en nombre de ese absoluto. Cometidos muchas veces por personas tildadas de santas –no en su acepción religiosa-, justas, honestas e intachables.No entiendo esa soberbia. Porque a la vez que todos tenemos nuestras verdades y razones, también somos “ignorantes e incultos” en otros aspectos, a veces más importantes que una simple controversia dialéctica por razones encontradas. Peor aún, si se tratase de intereses o cuestiones políticas que de por sí obnubilan toda objetividad e imparcialidad.Pero, aclaro, eso no me hace modificar mi opinión original; como tampoco desecho esa lectura porque, insisto como dije al principio, las verdades siempre son relativas y cada uno tiene su razón y su propósito.





Discussion about this post