Señora Directora: Estamos viviendo en una democracia todavía incipiente, pero con la guía permanente de la Constitución Nacional y reglamentos institucionales, que establecen todas las normativas que hacen al cumplimiento de las pautas por parte de los que representan a la sociedad argentina. Llamativamente ciertos funcionarios han olvidado que fueron elegidos por la ciudadanía, en elecciones establecidas al efecto, y no se han presentado ante los requerimientos democráticos, tanto para establecer un diálogo respetuoso con el primer mandatario electo. Como también para entregar el cargo público a su reemplazante, o sea al candidato ganador. Estos personajes se olvidan que estamos ante los ojos del mundo y no tienen en cuenta que lo que mostramos, será evaluado por todos aquellos que pretenden invertir en nuestro país. El capricho y el fanatismo no llevan a buen puerto, sólo dañan y deterioran nuestra imagen. Argentina tiene todas las condiciones naturales y también humanas como para resurgir ante cualquier situación negativa; tenemos todo lo que hace falta para ser un país potencialmente autónomo y para producir lo básico en agricultura y ganadería (nos conocen como el granero del mundo), en los distintos rubros de la industria y en otros tantos ítems que nos llenarían de orgullo. Debemos dejar de lado los egoísmos, el personalismo, la soberbia, la envidia y entender que estamos solamente unos pocos años en este mundo en comparación a muchas cosas que nos rodean. Debemos volver a ser patriotas en serio, respetando los símbolos patrios y entre todos forjar un futuro de bienestar y trabajo en paz, para que nuestros hijos puedan vivir mejor y continuar con nuestro ejemplo. Todo lo bueno es difícil de conseguir, de lograr; lo malo en cambio está a la mano de cualquiera. Pensemos en positivo, aunque no nos vaya bien; no perdamos las esperanzas y no entremos en al campo de la agresión, tampoco en conceptos infundados, porque sólo generan odio y rencores. Es hora de mirar hacia adelante y apostar al éxito del país que, en definitiva, será el éxito de todos. Mi mejor deseo a los directivos y a todo el personal del Diario PRIMERA EDICIÓN, así como a todos los habitantes de nuestra querida Argentina





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