Con el campo visual reducido y tras un implante cloquear con el que logró recuperar un oído, Fernández Cornide aseguró que "la meningitis fue la enfermedad promotora de la mayor revolución que vivió" su "alma". "Necesitaba de manera imperiosa hacer un recorrido de autoconocimiento donde cada letra haga de catarsis de lo que me tocó vivir y de lo que arrastraba de antes de enfermar", explicó.La decisión de compartir lo que le sucedió dice que no fue parte de una idea demasiado planificada, sino que una amiga le sugirió que lo hiciera cuando estaba internado. "Mi amiga me pasaba letras de goma eva para contarme su idea cuando aún estaba internado. Yo no podía oírla ni verla y la idea recorrió la palma de mi mano para instalarse en mi cabeza. El sueño creció y se convirtió en una meta a alcanzar. Pero la segunda razón tiene que ver con una necesidad interior de sanar, de sanarme", cuenta Fernández Cornide, que trabajó como productor audiovisual en Telefe. "Abrir los ojos", que se presenta el próximo lunes a las 20 en el Foro de las Ciencias y las Artes, en Vicente López, fue escrito durante cuatro años: "El libro me llevó el tiempo que me tenía que llevar, ni más ni menos. Yo no era escritor antes del libro ni mucho menos. Mis únicas armas narrativas eran las audiovisuales ya que era y soy productor audiovisual".El autor explica que eligió el título ya que siente que es una "decantación natural del libro": "Abrir los ojos fue la invitación de la vida con esta experiencia que nos tocó vivir a mí y a todo mi entorno. Porque todos fuimos protagonistas y lo que me pasó a mi, cada uno tuvo que asumirlo y procesarlo con respecto a su propia vida".El 23 de mayo de 2011 Guido comenzó a sentir un fuerte dolor de oído que se fue acrecentando con las horas, pero su trabajo y la autopresión laboral le impidieron que fuera al médico.Dos días después fue a una guardia, le diagnosticaron otitis, le dieron antibiótico y lo mandaron a su casa. "A través de la otitis un neumococo bacterial ingresó a mi organismo desencadenando una terrible meningitis. Pero yo aún no lo sabía. Cuando llegué a mi casa me fui a dormir y según me contó mi mujer perdí el conocimiento, me oriné encima y me agarró una especie de convulsiones", relata Guido. Ahí comenzó para él y su familia una situación que le cambió la vida: entró en coma inducido. "Contra todos los pronósticos pasé esa noche con vida. Estuve en coma 21 días y finalmente un día desperté en el más oscuro de los silencios: sin la vista y sin audición", comentó Guido, que tras pasar varios días en terapia fue trasladado a una clínica de rehabilitación. El productor audiovisual que en la actualidad continúa con su trabajo de manera particular logró salir adelante "luchando por su familia" y "superando la adversidad con amor": "El amor que puso mi mujer al dejar todo por mi recuperación, el amor de mis amigos al acompañarnos en este complicado camino, el amor de mi madre en sus caricia, el amor de los médicos por hacer bien su trabajo, todo eso me salvó. Esto fue un trabajo en equipo donde todos tirábamos para el mismo lado. Esa fue la clave".Fuente: Noticias Argentinas





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