Un nutrido grupo de gobernadores y legisladores del Frente para la Victoria se desmarcó este jueves del kirchnerismo duro y dio el presente en la jura del flamante presidente Mauricio Macri ante la Asamblea Legislativa, que fue sobria y breve.El exgobernador bonaerense y excandidato presidencial del Frente para la Victoria Daniel Scioli entró al recinto de la Cámara de Diputados minutos antes de la llegada de Macri y fue la presencia que más miradas se llevó, aunque la del senador santafesino Omar Perotti fue una de las más sorpresivas.Scioli entró acompañado por el parlamentario del Mercosur y exvicegobernador Gabriel Mariotto y por el gobernador de Tucumán, Juan Manzur, quienes se ubicaron en el palco reservado a los mandatarios, donde el FpV fue mayoría: la catamarqueña Lucía Corpacci, la fueguina Rosana Bertone, el formoseño Gildo Insfrán, el salteño Juan Manuel Urtubey, el entrerriano Gustavo Bordet, los riojanos Sergio Casas y Luis Beder Herrera (entrante y saliente) y la santiagueña Claudia Ledesma Abdala.La concurrencia de muchos de esos mandatarios explicó por sí sola la presencia de legisladores del FpV como el senador Rodolfo Urtubey, hermano del gobernador de Salta, o el vicepresidente del Senado Gerardo Zamora, esposo de la mandataria de Santiago del Estero.Fue sorpresiva la presencia de la senadora por Buenos Aires María Laura Leguizamón, quien a pesar de ser amiga personal de la expresidenta Cristina Kirchner, se acogió a la "libertad de conciencia" que dio el bloque de senadores del FpV respecto de la asistencia a la ceremonia.También llamó la atención la aparición del senador por Santa Fe y excandidato a gobernador Perotti y del misionero Juan Manuel Irrazábal, mientras que otros casos estaban previstos, como el de Cristina Fiore -otra referente de la tropa salteña de Urtubey- y el tucumano José Alperovich, entre otros.También estuvieron los catamarqueños Inés Blas y Dalmacio Mera; el santiagueño Gerardo Montenegro; el correntino Carlos Espínola; el fueguino Carlos Catalán Magni (que responde al exministro Florencio Randazzo) y la misionera Sandra Giménez.Por el lado de la Cámara de Diputados, quienes desoyeron la decisión de la bancada de ausentarse fueron los correntinos Carlos Rubín y Oscar Macías; los salteños Pablo Kosiner, Javier David y Evita Isa; las santiagueñas Norma Adbala de Matarazzo, Mirta Pastoriza, Graciela Navarro y Mariana Morales; la chubutense Ana Llanos; la santafesina Silvina Frana y el jujeño Guillermo Snopek.De todos modos, los concurrentes fueron minoría en relación a quienes acataron la última orden presidencial de Cristina Kirchner a sus filas de no concurrir a la jura.También hubo una presencia que poco tiene que ver con el ámbito legislativo pero que llamó mucho la atención: la del empresario Juan Carlos Blumberg, a quien se lo vio transitar por los pasillos del Congreso luego de la ceremonia.Todos menos unoParalelamente, todos los presidentes de Sudamérica, salvo el mandatario venezolano Nicolás Maduro, concurrieron a la toma de posesión de Mauricio Macri y participaron de una recepción en el Palacio San Martín.La ausencia del jefe de Estado bolivariano a la investidura presidencial de Macri fue en respuesta a las declaraciones del flamante mandatario argentino sobre presuntas violaciones a los derechos humanos en el país caribeño y su postura a favor de expulsar a Venezuela del Mercosur.El pasado miércoles, en su habitual programa de radio, Maduro había calificado al macrismo como "la crema de la élite" y como una "opción antilatinoamericanista y profundamente antibolivariana"."Macri es un burgués de la élite y todo el Gobierno que nombró es la crema de la élite. Creo que le va a ir muy mal, señor Macri", amenazó.Sin embargo, los socios de Maduro en el eje bolivariano, Rafael Correa (Ecuador) y Evo Morales (Bolivia) asumieron una actitud distinta y asistieron a los actos oficiales por la puesta en funciones del sucesor de Cristina Kirchner.Inclusive, Morales participó de un partido de fútbol junto a Macri en la Bombonera, lo cual hace presuponer que las relaciones entre ambos jefes de Estado sería cordial, más allá de la afinidad ideológica y la relación personal del mandatario boliviano con la expresidenta Kirchner. Fuente: Noticias Argentinas





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