HISTORIA RECIENTE. – A partir del siglo VI a.C. se produjo una expansión panasiática del Yoga, porque habiéndose mantenido como un método suprarreligioso y de autorrealización, sus técnicas y procedimientos fueron empleados no sólo por el hinduismo sino también por el budismo, el jainismo y otros sistemas, hasta que trascendieron las fronteras de la India y fueron llevados por todo el Oriente, donde hasta hoy subyacen en la mayoría de las tradiciones asiáticas.Dos mil años más tarde, a fines del siglo XIX, comenzó una nueva expansión pero hacia Occidente, cuando un discípulo de Ramakrishna, el yogui Vivekananda, llegó a los Estados Unidos en 1893 y comenzó a dar conferencias que introdujeron el Yoga y el Vedanta en nuestro hemisferio, despertando el interés de mucha gente que descubría en esta filosofía vital un real y efectivo beneficio. En su domicilio de Nueva York enseñó a cientos de personas, fundó centros allí y en Londres y dio conferencias en las universidades más importantes, reformulando las antiguas escrituras en lenguaje claro y moderno. Cuando regresó a la India en 1897, fue recibido con honores de mahatma (gran alma) y fundó una misión para ayudar a las masas sufrientes, basado en un principio del Vedanta: nadie puede ser verdaderamente libre hasta que lo seamos todos.Desde comienzos del siglo XX el Yoga fue difundido en Occidente por discípulos de maestros como Krishnamacharya, gran estudioso, innovador y convencido de que “no es la persona la que debe adaptarse al Yoga sino el Yoga el que se debe ajustar de forma correcta a la persona”.En 1920 Paramahansa Yogananda desembarcó en Estados Unidos, donde dio conferencias y fundó un centro de difusión. A partir de los años ‘30 se incrementó la divulgación de esta práctica debido al creciente interés por una vida saludable que incluía el vegetarianismo. En los ‘50 el maestro Iyengar elaboró la adaptación de esta disciplina a la mentalidad europea; Indra Devi fue maestra de grandes figuras de Hollywood como Rita Hayworth, Greta Garbo y Gloria Swanson; se multiplicaron los centros de enseñanza en Europa y América y la India se convirtió en centro de investigación y difusión para numerosos extranjeros.En los ‘60 se popularizaron los libros de Sivananda, también médico y director de hospital. En medio de la contracultura y los movimientos pacifistas, Maharishi Mahesh difundió la meditación trascendental y tuvo discípulos célebres como el grupo británico The Beatles -se dijo que esa experiencia inspiró lo mejor de su obra- y el grupo californiano The Beach Boys, quienes divulgaron la técnica. También Vishnu Devananda había enseñado Yoga a Los Beatles. Hasta que en 1969, en el festival de Woodstock (“paz, amor y rock”) fue orador Satchidananda -creador del Yoga Integral-, se ofreció música tradicional de la India y el Yogui Bhajan dio una clase “para que los jóvenes pudiesen experimentar las técnicas de la disciplina y reconstruir sus vidas”. Luego se difundió el Ashtanga de Pattabhi Jois, entre cuyos miles de alumnos estuvieron Sting y Madonna.Evidentemente, el interés de Occidente es la salud integral. Y precisamente desde 1977 la Organización Mundial de la Salud reconoce los beneficios del Yoga y lo considera “bien de interés”.Y estamos aquí y ahora, en la colchoneta, gracias a todo lo narrado y lo todavía por narrar. Namasté.Colabora: Ana Laborde Profesora de Yoga [email protected]




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