Señora Directora: No sé si cabe calificar de vergonzoso a lo que constituye un verdadero escándalo: el explosivo crecimiento de los nombramientos de favor en el Concejo Deliberante de Posadas. Se trata de uno de los dos poderes del estado municipal cuya función principal es la de legislar para la ciudad y, por esa razón, debiera ser ejemplo de democracia, transparencia y honestidad. Sus miembros son los representes directos de cada uno de los posadeños.Se llega a un punto en que de cada cinco empleados municipales, uno pertenece al deliberativo en una proporción inexplicable en la que, de acuerdo a las cifras publicadas por ese Diario, por cada concejal existen 79,3 agentes. Aunque comprendo que esa distribución no es exacta porque así como existe diferente número de adscriptos por edil, también hay muchos de ellos que se encargan al funcionamiento administrativo del cuerpo y, podría decirse, son prescindentes de la tarea política partidista. Pero en números equitativos si es válido ese 8 a 1.Comparativamente y haciendo uso de la misma deducción, puede calcularse que cada concejal le costará 7,18 millones de pesos anuales al erario municipal, lo que representa 598.3 mil pesos por mes. En verdad, un Concejo de lujo.Realmente no entiendo y me resulta incomprensible, ¿cómo quienes aprobaron con su voto ese crecimiento exagerado de personal y finalizan sus mandatos sean premiados con otros cargos políticos del gobierno? ¿No deberían ser llamados a explicar el porqué de esos números y responder judicialmente por ese abuso de poder y falta de cumplimiento de las obligaciones de funcionario público? ¿E ir presos y responder con sus patrimonios el perjuicio producido al erario público? No sólo a los concejales –de cualquier color político- que convalidaron esta dilapidación, sino también a los otros funcionarios que la aceptaron mansos y, sobre todo, a quienes desde otros lugares del gobierno contribuyeron recomendando o imponiendo nombres de quienes recibirían esos espurios “beneficios”.¿Cómo calificar a estos “personajes” que creen que pueden disponer graciosamente de los aportes de los contribuyentes? Creo que sobre esto huelgan las palabras y cada uno sabrá qué decir, cómo definirlos….Lamentablemente con acciones como éstas se contribuye en la pérdida de confianza y de crédito de nuestros políticos e instituciones republicanas. Se le hace el juego a ciertos sectores que desean que la política sea sólo algo formal, abstracta, para permitirles a ellos hacer sus negocios y establecer las reglas de una comunidad organizada que los ubique por sobre el común y los privilegie.





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