Después del mal trago por el robo del pasado 25 de noviembre, en el Neni 2013 de Garupá están comenzando a acomodarse: con la colaboración de los padres de la institución pudieron reponer los vidrios rotos, arreglar las puertas y poner rejas donde no había. Sin embargo, la llegada del verano aumenta los miedos de la comunidad escolar que ya se organizó para que, durante los dos meses y pico que estará cerrada, la escuela no quede a la buena de Dios. Este caso es uno, pero son varias las instituciones de la provincia que durante la época de vacaciones intentan acomodarse para cuidar los materiales escolares de las manos de los "amigos de lo ajeno".El caso del Núcleo Educativo de Nivel Inicial (Neni) 2013, situado sobre la calle Cataratas, entre Horacio Quiroga y Las Rosas, en Garupá, es uno de los más emblemáticos: inescrupulosos ingresaron al establecimiento tras romper la reja de un ventiluz que da a una puerta de la dirección y a una sala contigua y se llevaron una CPU con su monitor, además de numerosos útiles que eran utilizados por los estudiantes. No conformes, los delincuentes causaron innumerables destrozos a un equipo de música, parlantes y una impresora. Ahora, a poco más de una semana, "pudimos, con la colaboración de los padres, poner rejas al ventiluz, pusimos puertas rejas con cerraduras y reforzamos las ventanas", indicó Silvia González, directora de la institución, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN. "Le pedimos al Consejo General de Educación (CGE) que nos reponga la computadora y la impresora, que el resto de materiales los conseguiríamos nosotros. De igual manera, vamos a esperar ya para el año que viene", señaló González.Si bien es la primera vez que roban en el Neni, desde su inauguración en el 2008, directivos y maestros estarán muy atentos acerca de todo lo que pase durante el receso escolar. Es más, ya se adelantaron. "Nos organizamos en comisiones para poder velar por los bienes del Neni. Coordinamos para poder hacer recorridas por la escuela, mientras unas estén de vacaciones o de viaje, lo harán otras y viceversa", explicó la directora. Son, en total, cinco maestros más la directora, quienes también repartieron sus números de teléfono con los vecinos para que ellos les avisen ni bien vean movimientos sospechosos. Por otra parte, la semana entrante, se reunirán con los padres para analizar la posibilidad de colocar una alarma. "La intención es cuidar los bienes que son de la institución y para los chicos", finalizó González.Por las dudas…La Escuela 820 del barrio El Porvenir no sufrió robos en ningún verano de los catorce años en que se encuentra funcionando. Sin embargo, no se confían y ya hay diseñadas algunas acciones para continuar "invicto". "Siempre nos organizamos con el vecino de al lado, que tiene como 25 perros y está pegado a nuestra escuela", relató Juan Carlos Álvez, el director de la institución en diálogo con PRIMERA EDICIÓN. Pasa que la escuela colabora durante el año con el vecino con provisiones de agua y, el vecino agradecido, mira la escuela durante el verano. "Creemos que así no vamos a tener problemas", aseguró el directivo. Sin embargo, para extremar los cuidados, indicó que "las computadoras del Neni las llevamos a la dirección y las guardamos ahí porque todas las ventanas tienen rejas".A su vez, señaló que en determinadas ocasiones, durante las vacaciones de verano, se acerca a la institución para corroborar que todo esté en orden. En Cerro Azul, las escuelas que se encuentran en las colonias, el último día de clases se encargan de trasladar todos los materiales de valor a la comisaría del pueblo, y allí quedan bajo llave durante todas las vacaciones. En la ciudad de Candelaria, a medida que se acercan las vacaciones aumenta la preocupación en la Escuela 45. Ya han sido víctimas de robos en otros veranos y no quieren pasar por lo mismo. Entonces, la comunidad educativa inició una venta de pastelitos y empanadas con el objetivo de juntar fondos para pagar un sereno que vaya durante las vacaciones a cerciorarse de que no haya problemas.





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