La deserción temprana del senador Ernesto Sanz, un hombre al que se vincula con el poderoso Grupo?Techint y que fue uno de los armadores de Cambiemos, instaló desde el comienzo un tono disonante en la etapa de definición del perfil que tendrá el Ejecutivo macrista; dando la pauta de que el PRO, en esta instancia, no apunta a reforzar la alianza electoral, profundizando lazos con sus socios de Cambiemos, sino a usar a pleno el viento a favor de la llamada luna de miel con la sociedad para extender su estructura en el territorio nacional.El radicalismo, igualmente, aparece representado en el gabinete por el diputado nacional cordobés Oscar Aguad, en la cartera de Comunicaciones, el dirigente sectorial y diputado formoseño Ricardo Buryaile, en el Ministerio de Agricultura, y el diputado nacional por La Rioja Julio Martínez. Los nombres del gabinete no causaron, igualmente, mayores sorpresas, salvo el caso del ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, funcionario proveniente del campo científico que se convirtió en el único sobreviviente del equipo de Cristina Kirchner en el gabinete del nuevo Gobierno, invitado por el presidente electo a continuar en el cargo y autorizado por la mandataria saliente.Incluye funcionarios porteños que se mudan de distrito, como el titular de Educación, Esteban Bullrich y el jefe de Gabinete Marcos Peña, y personas de confianza del mandatario electo. Se define por un fuerte mediocampo conformado por economistas y referentes de la actividad empresaria privada. El ministro de Hacienda y Finanzas (cambio de denominación de la cartera económica nacional que define un cambio de orientación) Alfonso Prat Gay, tendrá que interactuar -entre otros- con Rogelio Frigerio (nieto), también economista en la cartera de Interior Francisco Cabrera, ministro de Producción (que fue ministro de Desarrollo Económico del gobierno porteño, CEO de Máxima AFJP y ejecutivo en el diario La Nación); y con Juan José Aranguren, ministro de Energía y Minería (con 37 años de servicio en la petrolera Shell, de la que fue CEO doce años).A esta dotación de especialistas, se agrega la designación del economista Carlos Melconian en el Banco Nación, cargo que supone una quita de protagonismo en relación al rol cantante que tuvo en los medios durante la campaña. Con casi todo el equipo en la cancha, Macri también anotó a otro economista: el extitular del Banco Ciudad, Federico Sturzenneger, como titular del BCRA, cargo que espera llenar si el actual ocupante, Alejandro Vanoli , da un paso al costado antes que termine su mandato en 2019.Los reclamos de renuncia de Vanoli, Alejandra Gils Carbó, en la Procuraduría General de la Nación y Martín Sabbatella en la Afsca, muestran la intención del nuevo Gobierno de utilizar el envión del triunfo electoral para dar consenso social a una embestida política con escaso apoyo en lo institucional. Es que si bien se trata de funcionarios son claro perfil kirchnerista, sus mandatos están avalados por el Congreso, y todos cuentan con estabilidad en cargos que, por definición, no son políticos. El caso de Gils Carbó es el más complejo, ya que la funcionaria cuenta a su favor con el principio de inamovilidad en el cargo, tal cual lo expresó este viernes la ministra de la Corte Suprema, Elena Highton de Nolasco, quien aseveró -en declaraciones radiales- que “el cargo de Gils Carbó es para quedarse, es vitalicio como lo es el de ministro de la Corte”; y aclaró que en principio la funcionaria debe quedar “y el juicio político es la única vía para sacarla del cargo”. Por ahora, luego de haber colocado el equipo en la cancha, el nuevo Gobierno tendrá que sopesar la estrategia de avanzar en la desocupación de los cargos citados debido a que no cuenta con mayoría propia en el Congreso, y, como lo demostró la última sesión de este jueves, en la que el kirchnerismo aprobó más de noventa leyes previendo el recambio gubernamental consiguiendo el quórum gracias a los diputados de la izquierda; todo lo que pase por el Parlamento deberá ser objeto de arduas negociaciones.EncrucijadaLas primeras declaraciones de Prat Gay dejaron ver la encrucijada en que se encuentra el nuevo inquilino de Balcarce 50, ya que a la vez que ratificó la apertura cambiaria, aclaró que primero habrá que ver cómo están las reservas del BCRA y estudiar la realidad económica que dejó el gobierno saliente; y recién después abrir la economía con un paquete de medidas que pasarían por el Congreso. La dicotomía entre una devaluación brusca y una modificación gradual del tipo de cambio, planteada en el ballotage, no oculta que de una u otra manera, una devaluación se toma para bajar los precios relativos de la economía, y en especial el precio de la fuerza de trabajo, es decir los salarios. Es claro que la necesidad de rescatar al sector exportador mediante una devaluación competitiva en las circunstancias externas actuales no es de por sí una panacea, y se requiere toda una ingeniería para mantener el control de variables críticas; por lo que se entiende que el dilema actual del equipo de Macri no es fácil de resolver sin sacrificios y contradicciones. El camino de un ajuste ortodoxo para “pasar el invierno”, como quería Álvaro Alsogaray no siempre resulta compatible con las premisas de la política en democracia. Ante la cercanía del cambio de guardia, empero, las especulaciones agregan poco y nada a una realidad sobre la que, tras doce años de espera amarga, el nuevo presidente tendrá el privilegio, y el dolor de cabeza también, de tomas decisiones concretas. Fin de debate del presupuestoEn Misiones, el martes se aprobará el Dictamen en Comisión y el jueves en sesión del Proyecto de Presupuesto Provincial, para lo cual los diputados están trabajando contrarreloj y ajustando los números. Como lo adelantó este Diario tendrá un incremento de unos 3.000 millones de pesos y por expresa indicación del titular de la renovación, Carlos Rovira, se garantizarán las partidas presupuestarias necesarias para que en 2016 entre el funcionamiento el Boleto Educativo Gratuito Misionero en toda la provincia. Resaltó Rovira en su momento que se trata de “un derecho que fue reclamado en todos los gobiernos anteriores, pero fue éste, del Frente Renovador, el que lo lleva a la concreción y a la realidad”.Por otra parte, la dirigencia política de la oposición reconoció en el Tribunal Electoral un gesto inédito, otorgando las bancas de concejales en 48 municipios a las fuerzas políticas de la minoría, a pesar de considerar con su criterio autónomo que el inciso 5 del Artículo 48 debería declararse inconstitucional lo antes posible, para evitar que se reitere este conflicto y establecer, de una vez y para siempre, el principio irrenunciable de que las bancas se obtienen con votos. El mismo pensamiento rondaría cada vez más fuerte por la mayoría de los ministros del Superior Tribunal de Justicia que posiblemente se aboquen pronto a resolver este tema para lograr un criterio único y estable
para las próximas definiciones electorales del pueblo de Misiones.Más allá de los dimes y diretes, hay otro aspecto trascendental que es el traspaso del mando ordenado que se produce en Misiones, que repercutió en buena manera en el conjunto de la sociedad, principalmente por los recambios en el Gabinete, que sólo molestaron a los abulonados que no quisieron despegarse del sillón pero tuvieron la gracia de la mayoría.Lo que no deja de sorprender es la capacidad de algunos para saludar con sombrero ajeno, como el radicalismo misionero, que no tuvo cabida en el triunfo de Macri pero de picardía se subieron al carro de la victoria buscando manotear algún cargo en el próximo Gobierno. El más cuestionado por esta actitud fue el concejal Martín Arjol, quien parecía irrumpir como la nueva sangre del centenario partido pero rápidamente se acomodó entre los viejos apellidos Damiani, Pastori y Puerta y fue corriendo a pedirle consejos en una reunión con el Coti Nosiglia, que posiblemente le reporte un cargo como premio en la tercera línea de la administración macrista.





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