Aunque se pronostica que las lluvias permanecerán en Misiones hasta la jornada del viernes, bajaron su intensidad y varias familias que debieron abandonar sus hogares tras el temporal del martes a la madrugada empezaron a regresar, lentamente, a sus casas. En Oberá y Leandro N. Alem, que fueron los municipios más afectados por el fenómeno, todavía quedan familias evacuadas en distintos centros dispuestos para ese fin, mientras que en San José y Colonia Guaraní las familias fueron asistidas pero sin abandonar sus hogares. Desde el Gobierno estimaron que el promedio de agua caída fue entre 160 y 210 milímetros en 12 horas y puntualizaron que también se registraron inconvenientes en Azara, Apóstoles y Cerro Azul, por la crecida de arroyos periféricos.En estado críticoSi bien las precipitaciones bajaron su intensidad en Oberá, las familias afectadas continúan en estado crítico. Algunas siguen alojadas en los centros de evacuación y otras sin poder reparar daños en las viviendas. En total 450 familias sufrieron perjuicios de diferente magnitud por el temporal del martes. Todas las vías fueron habilitadas para el tránsito, con la correspondiente precaución a la hora de utilizarlas. Raúl Zabala, secretario de Desarrollo Humano de la Municipalidad, afirmó que el trabajo del Comité de Crisis es permanente al igual que las reuniones habituales para evaluar la situación y planificar acciones. “Las reuniones son para ir trabajando sobre los requerimientos del momento y ver cómo sigue todo. Lamentablemente la lluvia sigue y las complicaciones continúan”, reconoció el funcionario. “Con la ayuda del Estado, más las donaciones, estamos paleando la situación”, acotó.La Comuna en conjunto con la Unidad Regional II de Policía, Bomberos Voluntarios, Salud Pública, entre otras organizaciones, dispuso cuatro centros de evacuados. “Hay 133 personas, distribuidas en el Complejo Deportivo, la Iglesia Evangélica de la calle Caroba, San Miguel, Hogar de Día del barrio Sapucay y Salón Comunitario de 100 Hectáreas. La gente afectada quiere volver a sus casas, otros permanecieron en sus viviendas. Ahora se asiste con la necesidad actual. En la próxima etapa se verá de recuperar las viviendas”, expresó.Zabala reconoció que se puede minimizar el impacto del temporal con obras y planificación, aunque hay factores como la utilización del arroyo como basurero que complican la problemática. Aseguró que “todas las secretarías están en guardia asistiendo a la gente pero faltan colchones”.Los reclamos del día después, pasaron por las obras que necesita el municipio, para evitar episodios similares. Así también por el servicio urbano de pasajeros que nadie controla y cumple a medias sus obligaciones, potenciado en estos días por el estado de caminos.En el Complejo Deportivo permanecen unas 75 personas. José, del barrio kilómetro 0, contó que “hace tiempo venimos pasando esto, por el puente que se desborda. Esta vez el agua se llevó todo. A las 6.30 el agua empezó a subir, lo único que pude hacer fue sacar a mi señora y a mis cuatro hijos. Un vecino nos alojó hasta que la municipalidad nos trajo hasta el complejo. Esto no es lo mismo que estar en casa, pero agradecemos la ayuda”.Muchas familias perdieron todo, otras tienen las pertenencias, ropa, colchones, mojadas. Ramón Viana, de barrio Lombardi, confesó que hay gente que quiere aprovechar la situación. “Por eso debemos ayudarnos entre nosotros. Hay gente que no tuvo problemas y buscan lo poco que hay. Perdimos todas las cosas, en mi casa se levantaron las tablas del piso y ahí entró el agua”, relató. “Yo quedo allá cuidando lo poco que quedó y mi señora y cinco hijos están en el Complejo”, expresó. Salud Pública se hizo presente en los centros. Una mamá del barrio Sapucay manifestó que su beba estuvo tres horas con la ropa mojada, “así que amaneció con bronco espasmo. Ya le vio el médico y ahora esperamos los medicamentos. De casa, no salvamos nada”, lamentó.Las distintas vías de tránsito que fueron clausuradas se habilitaron el mismo día. El único que debió esperar fue el del puente sobre el arroyo Mbotaby, que es continuidad de avenida José Ingenieros. Por el peligro de derrumbe permaneció cortado, ocasionado mayores conflictos a los vecinos de los populosos barrios que lo utilizan diariamente: 100 Hectáreas, Londín, Lindström, 180 Viviendas, San Miguel y de las comunas de Colonia Alberdi y General Alvear. Para su alegría, este miércoles al mediodía fue habilitado. “Esta mañana terminamos de sacar los tubos rotos y se habilitó. Está permitido transitar con precaución. Colocamos carteles alertando las medidas necesarias y la policía de tránsito está controlando, prácticamente está normalizado. Ahora Vialidad Provincial va a evaluar qué hacer, si repara o hace un puente nuevo”, detalló el director de Obras Públicas, Plinio Guetz.Guaraní volvió a la normalidadTras la torrencial lluvia que afectó a casi una docena de familias que se encontraban ubicadas en la zona baja del casco urbano de Colonia Guaraní, las autoridades manifestaron que no volvieron a tener noticias de familias afectadas por el fenómeno meteorológico que se abatió en toda la provincia durante los últimos días. En horas de la mañana de ayer, personal del municipio realizó un relevamiento en la zona y comenzaron las obras de canalización de algunos cursos de agua. Mientras tanto, personal de la comisaría local continuaba con los relevamientos en los parajes rurales de la zona. También el servicio de energía eléctrica se restableció. A pesar que las malas condiciones meteorológicas persistían, la situación en la localidad lentamente volvió a la normalidad.





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