En momentos de importantes definiciones, son las palabras inteligentes las que pueden ayudar a clarificar un panorama. En este sentido, el padre Alberto Barros, director de Cáritas diocesana de Posadas, es una opinión más que calificada a la hora de analizar el contexto social de la provincia y del país, ante un escenario político de definición de cara a los próximos cuatro años.Barros aceptó una entrevista con PRIMERA EDICIÓN donde dio sus puntos de vista acerca del panorama actual, la postura sobre los candidatos, sobre la actividad política y las virtudes que deben tener los dirigentes para merecer el voto de los ciudadanos.¿Qué reflexión hace acerca del momento de definición política que vive el país?Primero uno apela a lo que la Iglesia siempre ha promovido de hace tiempo, nos importa como ciudadanos sobre todo fortalecer la democracia, que significa fortalecer las instituciones, hacer que la ciudadanía tenga una participación cada vez más consciente y más libre en la construcción de la Nación, trabajar por un país cada vez más republicano, con división de poderes, la institucionalidad. En este contexto, este ha sido un año con muchas elecciones, la reflexión es, primero cuidar la democracia, los actos electorales, que sean libres y transparentes, eso hace a la madurez democrática, que cada persona pueda votar con absoluta libertad, sin el condicionamiento del clientelismo, de las dádivas, la presión del miedo que a veces algunos dirigentes quieren meter. Necesitamos ciudadanos que voten libre y responsablemente y las elecciones se den en el marco de absoluta transparencia, sin ningún tipo de fraude ni trampa que ponga en duda la legitimidad de los resultados. ¿En qué medida cree que se cumple esto de votar libremente, sin presiones ni condicionamiento?Siempre hay cosas que corregir, hemos tenido este año momentos muy regresivos democráticamente hablando, por ejemplo, las elecciones en Tucumán fueron un símbolo claro de lo que no debe pasar más. Desgraciadamente en la cultura argentina el clientelismo está metido y es una deuda que tenemos de la democracia y sobre todo los partidos políticos y quienes ejercen los gobiernos. Los oficialismos siempre son los que tienen un mayor manejo de recursos, la posibilidad de presionar con dádivas, dinero, a los empleados públicos, mucha gente vota con temor porque a veces cree que puede estar en juego su empleo, un plan o asistencia que le pueden dar. Creo que tenemos que votar libremente lo que creemos que sea mejor. Hay que seguir trabajando, algunas cosas están mejor y otras debemos seguir corrigiendo. Tenemos una democracia en pañales que tiene que seguir mejorando.¿El sistema de votación se debe corregir?Es un sistema anacrónico con las boletas, que se presta muchas veces al fraude. Hay partidos que están reclamando ya terminar con este tema. Otro tema es la ley de lemas, mucha gente en estos días se quejaba porque aparecen tantos candidatos en tantos carteles y prácticamente no sabemos quienes son. Esto lleva a gastar millones en carteleria, imprimir boletas, los alquileres de locales. De golpe es un gasto exagerado innecesario y esto termina quitando libertad a la hora de votar porque genera confusión tantas boletas y tantos nombres. En ese sentido hay una deuda de mejoramiento del sistema y de generar ámbitos más libres y conscientes a la hora de votar.¿Coincide en que hay un divorcio de mucha gente con la política porque “en mi casa no se habla de política”?Creo que pasa por cierta degradación que hay en la actividad política. Mucha gente está cansada de corrupción, tantos elementos negativos que se dan en la política. Pero es bueno aclarar que la política como el arte de construir el bien común no es mala, en ese sentido todos somos políticos y estamos llamados a construir el bien común, desde el trabajo, el estudio, la ocupación. Después existe la política partidaria, hay personas que entran a la política partidaria y algunos buscan el bien común y otros buscan enriquecerse y conseguir beneficios personales. La política implica actitud de transparencia, servicio y entrega en favor del bien común. Pero no podemos estar ajenos de la política porque a todos nos incluye. El otro día me preguntaban ¿cuáles son los temas que más preocupan a la Iglesia? Y la respuesta a esto es política: a mi entender uno de esos temas es el terrible avance del narcotráfico en la Argentina, es impresionante como se ha instalado todo el circuito de comercio, fabricación y consumo de drogas en todo el país, ya no va más el cuento de que somos un país de paso, acá entra droga, se fabrica, se vende, se exporta, se lava dinero, todo eso hace a la política, en este sentido hay una inacción muy grande del Estado, ahí todos tenemos que involucrarnos.Pero la inacción es de la comunidad en general, no solo del Estado. Hay un adormecimiento y falta de reacción a muchos temas graves.Hay tres temas gravísimos en Argentina, uno es el crecimiento del narcotráfico, con su esquema de lavado de dinero, que implica mayor inseguridad, más violencia, más muerte, junto con esto la corrupción creciente, la impunidad, la falta de castigo, no hay cárcel para los grandes corruptos, entonces parecería que en la Argentina se puede robar con naturalidad y nadie los va a castigar y esa corrupción implica menos dinero para hospitales, para educación, para seguridad, significa robarle al pueblo, a los pobres. Nos hemos ido acostumbrando y el otro gran problema es la pobreza, los tres están vinculados y lastimosamente nos vamos acostumbrando. Me parece escandaloso que desde un gobierno nacional se diga que no tenemos datos de la pobreza, o que se diga que tenemos menos pobres que en Alemania, nos acostumbramos a que se diga cualquier cosa y al otro día nos olvidemos y sigamos con otro tema. Espero que en estas próximas elecciones presidenciales el ciudadano diga: `a ver, de los candidatos presidenciales que hay, cuál quiere continuar con estos tres grandes temas o cual quiere cambiar, porque si estos tres grandes temas no se enfrentan, vamos a tener un país cada vez más regresivo, más desigual, mas lastimado y con menos futuro´.¿Algún consejo a la gente sobre esta actitud de adormecimiento?Primero creo que tenemos una cultura individualista, solemos reaccionar cuando estamos en la gran catástrofe o cuando nos toca, tenemos que quebrar este individualismo, porque el problema es que nos toca a todos. Si uno se siente parte de un pueblo, con pensamientos distintos pero parte de un mismo pueblo, eso nos va a ayudar a salir del individualismo y decir que nos tenemos que comprometer mucho más a la hora de construir el bien común, tener conciencia colectiva y que uno no puede estar desvinculado de lo que pase en la comunidad. Después tener en cuenta que el compromiso de hacer el bien es de todos los días, del estudiante, del empleado, del empresario, del comerciante, si cada uno todos los días trata de ser honesto, justo, verdadero, vamos construyendo el bien común, pero si no me importa mentir, no me importa ser corrupto, no me importa ser violento, estoy deteriorand
o el bien común. Se me viene a la cabeza el tema de los femicidios y un caso muy feo que ocurrió hace poco, donde los vecinos sabían, hasta los familiares sabían que había violencia y nadie se involucró, el tema es comprometerse en lo cotidiano y después en momentos extraordinarios como las elecciones, incidir con el voto para elegir lo que creemos que va a ser mejor para la comunidad.¿A los políticos qué les pediría, no solo de cara al ballotage, sino hacia el futuro?Uno le diría a un político que jerarquicen el valor de la política, es un instrumento excelente para hacer el bien, un camino importante para construir la felicidad de un pueblo, el ambiente político tiene responsabilidad de jerarquizar, la tarea. ¿Qué significa? Que un político se involucre en la actividad con absoluta honradez, que se ponga al servicio del pueblo, no para usar al pueblo, no para hacer negocios personales, el que entra en la política lo haga para ponerse al servicio de la gente, que trabaje por el bien común, es un apostolado.La antipolítica es vivir egoistamente, usar a la gente para provecho propio, usar los recursos del estado para enriquecerse, no estar en contacto con la gente, quedarse encerrado en un despacho, la deshonestidad. Por eso creo que son buenos en la política los recambios en los cargos, porque si uno se acostumbra puede terminar por usar el cargo en provecho personal.¿A quién va a votar en el ballotage?No lo voy a decir, el voto es secreto (risas). A la hora de evaluar, voy a pensar en el candidato que a título personal, teniendo en cuenta sus gestiones en los lugares donde han estado, pensar en las gestiones que han tenido, pensar en el grupo de gente que los rodean, qué tipo de personas son sus colaboradores, en la capacidad de cada uno de ser constructor de un ámbito de mayor dialogo. Y cual de estos candidatos está en una mayor capacidad por su historia, gestión, entorno, de combatir enserio el narcotráfico, de tomarse en serio el trabajo de prevención y recuperación de nuestros adictos, quien está en mayor capacidad de enfrentar la problemática de la inseguridad.Quién de estos candidatos está con mayor capacidad de enfrentar la corrupción y quién de estos candidatos tiene mayor capacidad de combatir la pobreza en serio, generando trabajo, que la gente no esté contenida solo en planes sociales sino que tenga la posibilidad de a través de trabajo genuino salir adelante para dignificarse a si mismo.





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