El objetivo inicial de los detectives era confirmar, en forma indubitable, la identidad del hombre que apareció calcinado en el baúl de un VW Bora en las últimas horas del viernes, en un camino de tierra distante a unos siete kilómetros de esta localidad.Avanzada la tarde del sábado, restaban detalles formales para lograrlo. De hecho, los pesquisas analizaban las veinte cámaras de seguridad montadas en la Capital de la Alegría en busca de una pista de los asesinos; aunque más apoyados en las características del coche que en la identidad del hombre asesinado. La víctima tendría 35 años y se llamaría Nicolás. Al parecer, se encontró una cédula azul en el interior del Bora que sería de su propiedad.Fuentes consultadas por este Diario indicaron que a pocos metros del Bora encontraron un teléfono celular. En un principio, todo apunta a que habría pertenecido al supuesto viajante.No es el único elemento. En la zona también secuestraron prendas de vestir que hacen presumir que los homicidas fueron dos, como mínimo.Ante una consulta de PRIMERA EDICIÓN, desde la Policía se informó que el coche, a primera vista, no presentaba agujeros o impactos de bala que hicieran suponer que al viajante lo ultimaron a balazos.Obviamente que por el poder devastador del fuego fue imposible levantar vestigios de sangre u otro material biológico.El cuerpo de la víctima, o lo que quedaba de él, fue trasladado a la morgue judicial de Posadas con la finalidad de que se le practicara la correspondiente autopsia.Del trabajo forense se espera arribar a alguna conclusión, por minúscula que fuera.Fuentes de la causa consideraron apresurado hablar de teorías o hipótesis respecto del supuesto móvil del hecho.El viajante alquilaba una propiedad ubicada a la vera de la ruta nacional 14, donde los pesquisas ingresaron en busca de pistas.Allí secuestraron proyectiles, 20 mil pesos, cinco gramos de marihuana, anfetaminas y documentaciones.No se sabe si los homicidas utilizaron algún material inflamable; pero lo cierto es que el vehículo terminó completamente incinerado.Es imposible determinar si la víctima estaba muerta o no cuando prendieron fuego al Bora.Tampoco se sabe a qué rubro del comercio se dedicaba el hombre asesinado. Trascendió que a la forrajería, pero nadie confirmó esta información, al menos hasta el sábado por la noche.En el hecho trabaja la Secretaría de Apoyo a Investigaciones Complejas (Saic); la Dirección Homicidios, la brigada de Investigaciones de Alem y otras dependencias, bajo disposiciones de la jueza de Instrucción 5 de Alem, Selva Raquel Zuetta.En un principio, para hoy se aguardan las conclusiones de la autopsia.Habrá que ver si los forenses encuentran alguna arista novedosa que aporte un rayo de claridad a la investigación.Dado el estado de deterioro del cuerpo, que hace imposible inclusive la identificación por parte de los familiares, en caso de que aparezcan reclamando el cuerpo, la Justicia tendrá que apelar a la realización de un ADN para oficializar esa circunstancia.Al menos hasta última hora del sábado, no había novedades de lo que pudo haber ocurrido con la víctima en el camino que conduce al paraje El Chatón.BomberosAnte una consulta de PRIMERA EDICIÓN, acerca de si se encontraron pisadas o huellas de otros coches en la zona, un avezado investigador indicó, con un dejo de malestar, que será imposible si los asesinos dejaron rastros porque una dotación de Bomberos acudió al lugar y apagó el incendio del Bora; contaminando por completo la escena.Es muy probable que los socorristas desconocieran que había un cadáver en el interior del baúl, pero llama la atención que no se hubieran maximizado los recaudos ante una circunstancia tan atípica como el incendio de un coche en una colonia.Lo cierto es que la pérdida de rastros se agudizó con el accionar de los bomberos.





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