Debido a la cantidad de agua vertida por la represa Foz de Chapecó y al aporte de los afluentes locales, el río Uruguay continúa en creciente en El Soberbio.Aunque aseguran que la situación no es motivo de alarma, la evolución dependerá del líquido que fluya desde Brasil. El jueves a las 13 el cauce presentaba 4,8 metros y se prevé una crecida de al menos diez metros lo que, nuevamente, haría peligrar el bombeo del líquido para la potabilización y distribución de agua potable. En el transcurso de la jornada se acumularon unos 194 milímetros de lluvia caída, más la de los afluentes. La represa de Itá, ubicada entre los municipios de Aratiba (Estado de Río Grande do Sul) e Itá (Estado de Santa Catarina), estaría largando abundante agua, situación que también afectaría a la de Foz de Chapecó, que desde el miércoles a las 7 soltaba 3.586m3/segundo. Este jueves en el mismo horario largaba 11.521m3/segundo, subiendo a las 14.15 a 13.847m3/segundo y a las 16, a 14.547m3/segundo, según datos que se desprenden de estaciones automáticas meteorológicas del Instituto Nacional de Meteorología (Inmet) de Brasil. La lluvia caída en la cuenca del Uruguay que afecta a la represa de Foz Do Chapeco lleva seis horas en filtrarse, dependiendo exclusivamente del estado del suelo (cuanto más seco se encuentre, mayor es la demora). El agua que libera Foz Do Chapeco lleva doce horas en llegar a El Soberbio y evoluciona de igual manera que la anterior. Esto quiere decir que existen muchas probabilidades que exista una importante crecida en el cauce del Uruguay en horas de la noche, pero sin generar un nivel de alarma, aunque todo dependerá de la cantidad de líquido que baje desde el vecino país. Desde Bomberos Voluntarios de El Soberbio, Julián Kruszelnicki, solicitó a la población que racionalice el uso del agua potable ya que es muy probable que no se pueda bombear desde el río si el cauce continúa en alza.Intenciones de nadaEn caso que el municipio se vuelva a quedar sin agua no se preven ningún tipo de acciones por parte del Ejecutivo para subsanar este mal, según lo manifestó el concejal Héctor Schwartz.Indicó que a pesar de que desde el cuerpo deliberativo sugirieron colocar una bomba flotante o que se utilice un sistema que se pueda bajar al momento que crezca el río, "hasta el momento no hay nada". Además, el problema institucional que existe en la localidad hace que las posibilidades de actuar sean prácticamente nulas. A entender del edil, recién a los 6 metros comienzan los problemas mayores y que a los siete "ya está todo tapado". El fin de semana fueron los Bomberos Voluntarios locales que con la colaboración de camiones cisterna de otras dotaciones de la Federación de Bomberos Voluntarios lograron paliar buena parte de la situación, luego de doce días de faltante. Pero si vuelve a pasar, los habitantes estarán a la buena de Dios para resolver este grave inconveniente. "Ellos ayudaron mucho porque en los barrios no había una sola gota", dijo.




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