La denominación del programa hace referencia a que existen 12 millones de niños, niñas y adolescentes en el país y la misma cantidad, pero de votos, es lo que necesita un candidato para acceder a la presidencia. La campaña deja ver todo lo que falta legislar en resguardo de quienes deberían estar en lo más alto de la lista de prioridades del Estado. Ciertamente, no se pueden negar avances, como el que representa la Asignación Universal por Hijo, pero es urgente dar respuestas a los más jóvenes en áreas diversas, como la educación, la salud, o la justicia penal juvenil, respecto a las cuales el organismo de Naciones Unidas definió medidas básicas a tomar en cuenta.Entre la docena de propuestas se encuentran la sanción de una ley de Responsabilidad Penal Juvenil acorde a la Convención de los Derechos del Niño; una política nacional de cuidado para la primera infancia; reducción de la mortalidad materna, neonatal e infantil y la eliminación de la desnutrición. En particular, el organismo advirtió sobre una problemática de creciente incidencia en la Argentina de los últimos años, como lo es la alta tasa de embarazos adolescentes, por la cual “hoy cada diez minutos una adolescente se convierte en mamá”. Las zonas geográficas con mayores porcentajes de “madres niñas”, entre ellas Misiones, remiten a la trama no resuelta de la pobreza estructural; pero también a causas complejas, como el déficit de calidad de las políticas públicas dedicadas a los adolescentes; la incidencia del ascendente problema de la droga entre los jóvenes o la violencia de género, causal de muchos embarazos no deseados. Por ello, la campaña apunta, más allá de la cita electoral, a una toma de conciencia que permita visibilizar problemáticas hoy descuidadas o no incluidas en la agenda pública, y “movilizar a la sociedad para promover la demanda social por los derechos de la niñez y la adolescencia”.





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