En cada evento público, los principales candidatos a suceder a Cristina Kirchner, no han perdido tiempo ni oportunidad en tratar de seducir al sector empresario. En momentos en que diversas consultoras advierten sobre el bajísimo poder de fuego del Banco Central, que podría culminar el año con reservas líquidas incluso por debajo de los 4.000 millones de dólares hacia diciembre, los referentes anotados en la carrera presidencial y sus equipos técnicos saben que una de las variables críticas para encarar una nueva gestión será contar con dólares frescos. No sólo para hacer frente a la creciente tensión que se ha generado en el plano cambiario, sino que las divisas serán vitales si es que el próximo jefe de Estado pretende incrementar el ritmo de actividad. Esto es así dado que por cada punto que quiera aumentar el PBI -según estimaciones de la UIA- las importaciones deberán aumentar entre u$s2.500 y u$s3.000 millones para la compra de insumos, materias primas y bienes de capital. De cara a este delicado escenario, tanto Daniel Scioli como Mauricio Macri y Sergio Massa prometieron una “lluvia verde” que podría ser -según sus pronósticos- de entre 10 mil millones y 30 mil millones de dólares. Uno de los candidatos que más foco está haciendo en el armado de una “agenda económica” es el actual gobernador bonaerense y referente del Frente para la Victoria. En el equipo técnico que comanda Scioli, y cuyo “ideólogo” es Miguel Bein, hay una clara preocupación por la escasez de divisas. Y esto quedó plasmado en la estrategia trazada ante una eventual llegada a la Casa Rosada. La “hoja de ruta” hace hincapié en todo un entramado de medidas para lograr el objetivo de darle oxígeno al aparato productivo y recuperar competitividad cambiaria pero sin devaluar de manera significativa.La posible firma de un swap con Brasil, la búsqueda de fondos frescos provenientes de China y Rusia para obras de infraestructura y hasta los dólares que argentinos mantienen bajo el colchón, son algunos de los ingredientes del plan del actual gobernador.Sin embargo, en cada oportunidad que tiene, Scioli apuesta por seducir a empresarios y lograr que sus “votos de confianza” se traduzcan en más dólares para reactivar la economía. Durante su intervención en el Coloquio de Idea, les garantizó a los hombres de negocios que iba a “encarar todos los instrumentos fiscales, financieros, para que todos se puedan largar a sembrar, a producir, para tener una rentabilidad acorde”.Luego de confirmar que el diputado Julián Domínguez sería su ministro de Industria en caso de ganar las elecciones, subrayó que “la clave es la inversión, no el ajuste, no vamos a esperar que lleguen las inversiones, las vamos a ir a buscar, vamos a apalancar lo público y lo privado, con cada vez más oferta para equilibrar la demanda”.Macri, en tanto, prometió el “plan de infraestructura más importante de la historia para volver a comunicarnos con telefonía celular, rutas y puertos; avanzar en autovías, trenes, hidrovías y energía”. Además, el referente de Cambiemos hizo un llamado a “sacar la plata del colchón” y “apostar” por el país a partir del 10 de diciembre. “Confío en que ustedes van a estar a la altura del desafío y desde el primer día van a apostar a la comunidad”, afirmó ante empresarios. Más que promesasA pocos días de las elecciones, la tradicional encuesta que se presenta en cada Coloquio de Idea, mostró en esta edición que entre los hombres de negocios hay buenas expectativas en función del cambio de Gobierno. El relevamiento, entre otras cosas, destacó la recuperación de las perspectivas de los empresarios, que marcan el “mejor nivel desde el 2010”. Del sondeo, efectuado entre casi 200 ejecutivos de empresas, se desprende que un 41% anticipa que la situación económica será mucho mejor en el próximo semestre, mientras que un 35% consideró que el panorama se presentará sin cambios. El problema es que las mejores perspectivas por parte del sector privado y este “operativo seducción” que vienen desplegando los candidatos, no redundará tan fácilmente en una “lluvia” de dólares e inversiones tal como se pretende. En este contexto, economistas y consultoras coinciden en que cualquiera sea el color del Gobierno que asuma en diciembre, los equipos técnicos estarán obligados a corregir una serie de factores que van desde la inflación hasta al atraso cambiario, pasando el cepo y las debilitadas reservas del Banco Central, entre muchos otros aspectos. Así, coinciden en que no todo se reduce a las expectativas sino que, para que haya un verdadero aluvión de capitales, serán necesarias medidas concretas.





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