La federación internacional World Rugby reconoció que el árbitro sudafricano Craig Joubert cometió un grueso error y no debió cobrar el penal que le permitió a Australia ganarle a Escocia por 35-34 el domingo, en Twickenham, en el último partido de cuartos de final del Mundial de Inglaterra. "La decisión apropiada hubiera sido otorgar un scrum favorable a Australia", mencionó la World Rugby, de acuerdo con las conclusiones de su comisión de arbitraje. Joubert consideró que un pase de un escocés fue recibido en fuera de juego por uno de sus compañeros y por eso señaló penal para Australia, que convirtió Bernard Foley cuando sólo faltaban dos minutos para el final y le dio el pasaje para enfrentarse en las semifinales del domingo próximo contra el seleccionado argentino, los Pumas.Pero, según las imágenes revisadas por la comisión de arbitraje, el jugador australiano Nick Phipps tocó el balón antes de que lo recibiera el escocés Jon Welsh, que fue finalmente penalizado, por lo que correspondía sancionar scrum."Después de la revisión desde diversos ángulos, está claro que después del knock-on la pelota fue tocada por Nick Phipps, y la regla 11.3 establece que un jugador puede ser habilitado por un rival que intencionadamente toca el balón", señaló la comisión de arbitraje, que de inmediato recordó que "bajo los protocolos, el árbitro no podía acudir a la revisión televisiva y debió guiarse por lo que vio. En este caso, la decisión apropiada debió ser un scrum para Australia por el knock-on original. El recurso del video (TMO) de los árbitros está reservado a la validación de los tries y a la visualización de las acciones violentas".Apenas finalizó el partido, Joubert abandonó el césped de Twickenham rumbo a los vestuarios sin estrechar la mano de los jugadores, como es tradición en el rugby.Fuente: diario La Nación





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