Sin lugar a dudas es el jugador más buscado del momento por los misioneros. En especial, por los amantes de los colores del “Diablo” y los que degustan del buen fútbol en la tierra colorada. Hablamos del delantero posadeño Martín Benítez (de 21 años), que juega en Independiente de Avellaneda, equipo en el cual atraviesa un destacado presente.Esta semana recaló en la tierra que lo vio nacer para enfrentar a Crucero del Norte, en Santa Inés.El representante de la tierra colorada en el “Rojo” tuvo un afectuoso y grato recibimiento en el aeropuerto local, en el hotel y a la salida del estadio Andrés Guacurarí, lo que sorprendió a propios y extraños. En un parate de su periplo por Misiones DE PRIMERA lo interceptó y Martín gustoso aceptó el desafío mano a mano.¿Desde tu partida a Buenos Aires no volviste a jugar en Misiones?Nunca había jugado en Misiones desde que comencé a vestir los colores de Independiente. Es una alegría enorme compartir eso con mis padres, mis hermanos el resto de mi familia, mis amigos, compañeros y conocidos. Sentir el cariño de ellos es algo indescriptible. Era un sueño jugar en Misiones y se me cumplió.No te olvidas del club que te vio nacer futbolísticamente y de Misiones en cada contacto con la prensa nacional, ¿por qué?Uno nunca debe olvidarse de sus inicios, de donde viene. El club que me permitió dar mis primeros pasos dentro del fútbol fue La Picada y tengo un cariño enorme; y por Misiones porque tengo a toda mi familia acá, a mis seres queridos, conocidos. Sé que estamos lejos, pero ellos nunca se olvidan de mí por eso el saludo, porque yo tampoco me olvido de ellos y de todo Misiones.¿A qué edad te fuiste a probar suerte a la “meca” del fútbol nacional?Me fui de Posadas a los 13 años. Mi tío “Chumpy” (Leopoldo) Benítez me consiguió una prueba en Independiente y quedé. Arranqué de titular en octava, luego pasé a séptima, sexta y en 2011 pasé a Reserva.¿Cuándo debutaste en Primera con Independiente?Me llamó a entrenar con Primera el técnico Ramón Díaz, a fines de 2011. Concentré por primera vez para el partido ante Olimpo de Bahía Blanca, por la fecha 15 del Apertura.El llamado me tomó por sorpresa, pero fue una alegría enorme y una emoción increíble que Ramón se hubiera fijado en mí. Ese día ganamos 3 a 0 ante Olimpo y yo ingresé en el segundo tiempo y con el número 29, la misma camiseta que uso hoy.¿Y tu primer gol en Primera?Entré un ratito ante Olimpo y luego frente a Unión. En mi tercer partido en Primera fui titular ante Newell’s. Empatamos 1 a 1 y yo hice el gol del empate. Fue algo soñado. Casi no sabía como festejar. Después ante San Lorenzo volví a convertir y no fui titular. Ganamos 2 a 1.¿Después que pasó, que vino un bajón futbolístico en lo personal y un resurgimiento con la llegada de Mauricio Pellegrino, puede ser?El bajón en lo personal también se debió al momento futbolístico del equipo, del club. Igual el jugador siempre tiene altibajos. Es normal.Pero sinceramente en cuanto a este resurgimiento es algo inexplicable. Uno siempre entrena para hacer lo mejor dentro de la cancha cada fin de semana. Este nuevo resurgir ya lo comencé a tener con (Jorge) Almirón y ahora (Mauricio) Pellegrino me dio la confianza necesaria para volver a tener este rendimiento y efectividad que tenía cuando debuté con Ramón Díaz. Ahora están cerca de ingresar a la Liguilla Pre-Libertadores y en cuartos en la Sudamericana, ¿te gustaría ganar algo con el Rojo? Tengo muchas ganas de ganar algo con Independiente. Estamos bien en el torneo local, cerca de lograr un lugar para la Liguilla Pre-Libertadores de 2016 y en cuartos de la Sudamericana. Hoy en mi cabeza sólo tengo a Independiente, tengo contrato hasta 2017, así que uno tiene que ser consciente que si a uno le va bien y al plantel también se pueden conseguir grandes cosas.





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