Un agricultor de 63 años irá a debate oral, en un proceso que se desarrollará a puertas cerradas, acusado de abusar sexualmente de sus dos pequeñas hijas, en una historia tan luctuosa como lamentable que se inició hace casi una década en un paraje del municipio de Puerto Esperanza.Claro que el caso saltó a la luz mucho más acá y para que ello ocurra fue clave la intervención de una docente de la Escuela Familiar Agrícola (EFA), ubicada en esa localidad, quien alertó de la situación a la Justicia.El fiscal de Instrucción Nº 3 de Puerto Iguazú, Martín Brítez, efectuó el requerimiento de elevación de la causa a la instancia de debate oral. En sus argumentos acusó al hombre, de 63 años, de los delitos de "abuso sexual con acceso carnal, agravado por el vínculo, dos hechos".El expediente pasará entonces al Tribunal Penal 1 de Eldorado que deberá fijar fecha de debate después de abrir el período de presentación de pruebas.Las víctimas, que al momento de ser agredidas por primera vez en su integridad y honor tenían ocho años, actualmente cuentan con catorce y 16, respectivamente.El lamentable episodio ocurrió en un paraje de Puerto Esperanza. Según consta en las actuaciones agregadas al expediente, los abusos sexuales ocurrían aparentemente en ausencia de la madre de las indefensas criaturas; aunque en determinado estadío de la causa ella también estuvo en el centro de las sospechas en calidad de encubridora.Finalmente, se determinó que desconocía lo que sucedía en el domicilio cuando ella no estaba. Al parecer, las víctimas y los demás integrantes de la familia vivían en una vivienda con no más de una habitación.En la pesquisa intervino personal de la Comisaría de la Mujer, dependiente de la Unidad Regional V, con asiento en la Ciudad de las Cataratas. En caso de que el agricultor sea declarado penalmente responsable del delito que se le endilgó, afrontará penas que van desde los ocho años y hasta los veinte de prisión, indicaron las fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN.La causa se instruyó en el Juzgado penal de Puerto Iguazú, a cargo por subrogación legal del juez en lo Correccional y de Menores Nº 1 de Puerto Rico, Rubén Lunge, concluyó un portavoz.Una actuación determinanteLa trama de esta lamentable historia se produjo en el paraje 12 de Octubre, municipio de Puerto Esperanza. Ocurrió hace ocho años aproximadamente, pero trascendió en el mes de mayo pasado. Y a tal fin fue determinante la actuación de una docente de la Escuela Familiar Agrícola (EFA) de esa comunidad. Ella fue la que puso el hecho en conocimiento de la Justicia.Al parecer, el comportamiento fluctuante de las adolescentes llevó a la educadora a mostrarse interesada en las probables razones y a hablar con ellas.Así pudo saber el calvario que ambas vivían en su propio hogar, transformado en un infierno.





Discussion about this post