El Gobierno de Tel Aviv autorizó este miércoles a la policía a "sellar" los vecindarios palestinos de Jerusalén Oriental y a desplegar soldados en las calles para combatir la peor ola de violencia en años en Israel, Jerusalén y la ocupada Cisjordania.El despliegue de seis compañías es la primera medida tomada por el gabinete de seguridad israelí para hacer frente a los ataques, que se han intensificado de forma drástica en los últimos días. El gabinete se reunió el martes por la noche y anunció varias decisiones el miércoles de madrugada, como que la policía podrá acordonar zonas donde se produzcan fricciones o provocaciones. Muchos de los últimos agresores procedían de zonas árabes de Jerusalén, lo que provocó peticiones para que se cerrasen esos barrios para contener a los posibles atacantes.El gabinete también autorizó despojar de derechos de residencia a algunos atacantes y derribar sus casas, así como reclutar a cientos de guardias de seguridad para dar seguridad en el transporte público. Siguiendo ordenes, unos trescientos soldados ocupan ya sus posiciones en las calles.Agitación socialSiete israelíes y 30 palestinos -incluidos niños y atacantes- murieron en dos semanas de violencia en las que se produjeron tiroteos, ataques con cuchillos, destrozos de autos y respuestas enérgicas en materia de seguridad que rememoraron antiguas revueltas palestinas.Las causas de la agitación social son múltiples, pero los palestinos están molestos por lo que consideran un aumento de la participación judía en el complejo religioso Al-Aqsa, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, una zona que tanto musulmanes como judíos consideran sagrada.También hay una profunda frustración por los fracasos de años de esfuerzos de paz que acerquen a los palestinos a convertirse en un estado y que frenen la construcción israelí de asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Oriental.Drástica escaladaGran parte de la violencia desatada desde comienzo de octubre ha sido perpetrada por residentes de Jerusalén Oriental, el lado predominantemente árabe de la ciudad.Israel considera a todo Jerusalén como parte integral del país, por lo que sellar algunos vecindarios implica una drástica escalada en términos políticos y de seguridad. Los palestinos aspiran a que Jerusalén Oriental sea la capital de su potencial estado, conformado además por Gaza y Cisjordania.Expertos en asuntos militares israelíes cuestionaron el valor de la medida anunciada, diciendo que quienes están decididos a perpetrar ataques encontrarán la manera de hacerlo, por lo que la táctica podría generar más descontento. Human Rights Watch dijo que la medida, que aún no ha sido impuesta pero podría llevarse a cabo si la ola de violencia continúa, era una “receta de persecución y abuso”.“Incitación al asesinato”También el miércoles, el ministro de seguridad interna de Israel dijo que los cuerpos de los atacantes palestinos muertos no serán devueltos a las familias para su entierro.Gilad Erdan dijo que las procesiones funerarias de palestinos que asesinan a israelíes suelen convertirse en “una exhibición de apoyo a terrorismo e incitación al asesinato”. Israel no les permitirá “disfrutar de respeto y ceremonias” tras su muerte, agregó. Los funerales por palestinos caídos suelen ser el detonante de enfrentamientos e incluir llamados a la venganza. Erdan sugirió que los atacantes serían enterrados con discreción en cementerios lejanos donde ya recibieron sepultura otros agresores palestinos.Estos comentarios se produjeron tras un día especialmente sangriento en el que tres israelíes murieron en un par de ataques palestinos con arma blanca y disparos en Jerusalén, y se produjeron otros dos ataques en la normalmente tranquila ciudad israelí de Raanana. También murieron tres palestinos, incluidos dos atacantes.Hasta ahora, el gobierno no ha conseguido detener la violencia, perpetrada sobre todo por palestinos jóvenes sin afiliación a grupos armados conocidos y que parecían actuar por su cuenta.Brote de violenciaSin embargo, miembros de las fuerzas de seguridad israelíes señalaban que los ataques del martes, aparentemente coordinados, apuntaban a que el brote de violencia empieza a volverse más organizado, con grupos que planean y cometen los atentados. Los responsables de seguridad, que hablaron de forma anónima cumpliendo con las regulaciones de los organismos públicos, señalaron que Israel espera que la oleada de violencia dure al menos un par de semanas más. Los ataques han sembrado el pánico en Israel y despertado el temor a que la región esté al borde de una nueva ronda de violencia a gran escala.Las hostilidades estallaron hace un mes durante el Año Nuevo Judío, alimentadas por los rumores sobre que Israel preparaba la toma del lugar de culto más disputado de Jerusalén. Tel Aviv rechazó de plano estos rumores y acusó a los líderes palestinos de incitar a la violencia y difundir mentiras. Tras los atentados, sólo unos pocos habitantes de Jerusalén se atrevían ayer a viajar en autobús.Fuente: Noticias Argentinas





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