Señora Directora: Finalmente y producto de años de lucha estudiantil en reclamo del derecho al acceso igualitario y libre a la educación, se otorgó el boleto estudiantil quebrando la resistencia de algunos sectores cómplices con los intereses de la prestadoras de ese servicio. Particularmente en el área metropolitana misionera donde, desde siempre –puede decirse-, prima una empresa hegemónica que, en la medida que sigue concentrando el servicio, genera una indeseada posición de imprescindibilidad y que hace pesar a la hora de la intervención del gobierno.La presión de los chicos y jóvenes que vino en aumento mes a mes y el “mal” ejemplo que se sucedía en otras provincias (como Córdoba o Corrientes, entre otras), forzó a una situación que llevó a sancionar esta ley provincial que –imagino- será promulgada y entrará en aplicación en breves días. A lo que se sumó la ocasión de estar a las puertas de una pronta elección donde se definen quienes nos gobernarán en los próximos cuatro años (en la Nación, la Provincia y los Municipios).De allí también la multipaternidad que se atribuye para sí cada sector partidario, desconociendo o secundarizando, quizás, que la responsabilidad principal recae en los estudiantes que durante largo tiempo bregaron por el beneficio y golpearon puertas que se negaron abrirles o explicaron una y otra vez a oídos sordos de quienes sólo sabían alzar los hombros y desentenderse. En especial las de un oficialismo que trató de bloquearlos de una y mil maneras, sin poder evitar que esos alumnos y estudiantes continuaran gastando suelas y saliva para alcanzar su propósito del boleto estudiantil gratuito. Hasta que ese ímpetu logró derribar los muros…Ahora, todos felices. Y el boleto estudiantil ya es un hecho, aun cuando falta todavía la promulgación de la ley por parte del Poder Ejecutivo provincial que será el responsable, a través de Rentas Generales, de disponer de los fondos para compensar a las empresas que operan el transporte público de pasajeros en la provincia.Mis felicitaciones para los chicos y jóvenes que lograron este nuevo derecho: el del transporte gratuito para poder asistir a las escuelas, colegios o universidades, sean éstas públicas o privadas.Este es un momento de triunfo y alegría para ellos. Por eso mis palabras elogiosas, aunque, a la luz de los antecedentes de nuestros políticos y la principal empresa en cuestión, pueda tener algunas reservas sobre cuál es el real “negocio” que se pactó entre éstas para que se acallen las resistencias.





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