Insultos, agravios, golpes. Ese fue el camino que siguió un alumno del Bachillerato Orientado Polivalente 21 contra su profesora, según la denuncia de la docente.El joven le habría asestado dos golpes en la cabeza en plena hora de clase, frente a sus compañeros de curso. La situación fue la gota que rebalsó el vaso, porque los docentes de la escuela denuncian que se viven hechos de violencia de manera cotidiana e incluso analizan tomar medidas para que el director tome cartas en el asunto y dictamine medidas ejemplares.El caso de Ana María Quiñones alcanzó extremos preocupantes. Se prestaba a dictar su clase de química el martes 5 de octubre por la mañana cuando ingresó tarde uno de sus alumnos, de 17 años. “Entró al salón de clases después del horario y yo ya había dictado las consignas, entonces empezó a increparme y me dijo cosas agraviantes”, contó la docente en diálogo con PRIMERA EDICIÓN. “Los demás chicos comenzaron a exaltarse. Me dio vergüenza que me diga esas cosas frente a ellos, pero hice caso omiso, me mantuve tranquila mientras él continuaba con su mal comportamiento”, relató Quiñones. Según la docente, el joven no realizaba las actividades que dictaba. “En ese momento amenacé con sancionarlo, pero él se reía”, aseguró.La profesora relató: “Salí de la clase para pedirle al preceptor una hoja de sanción que cuando el alumno la vio, intentó quitármela de las manos. En ese momento volvió a insultarme y me asestó dos golpes en la cabeza frente a sus compañeros”, aseguró. Entonces, la profesora se dirigió a la preceptoría y pidió que retiren al alumno. Pero “minutos más tarde fue el director de la institución quien volvió con el chico al aula bajo la excusa de que ‘por ley, los alumnos tienen que estar dentro del salón’. En ese momento me sentí desprotegida, porque no sabía qué podía hacer el alumno”, señaló Quiñones.Según contó la docente, el director René Antúnez “no toma medidas frente a estos hechos que, como consecuencia, se replican en el ámbito escolar”. Quiñones decidió hablar con sus colegas y “me dijeron que elabore un acta con todo lo que había pasado. Lo hice y se la entregué en secretaría para que llegue a manos del director. Salí de la escuela y fui a la comisaría donde me tomaron la denuncia con citación al menor y los tutores al Juzgado. También me asesoré con un abogado particular que me dijo que no había mucho más por hacer, porque por ser menor la ley lo ampara”, explicó la docente.Al otro día, por miedo, Quiñones llegó a la escuela acompañada por representantes gremiales de Udnam (Unión Docentes Nueva Argentina de Misiones) y mantuvo una reunión con el director, la madre del alumno y el joven. En ella, según contó la profesora “no se avanzó mucho”: el director sancionó al chico con amonestaciones, cambio de división y con la obligación de pedirle disculpas a la docente, lo que hizo entre lágrimas. Sin embargo, por estos días, la profesora escuchó al joven decir a todo el que quiera oír que está en otro curso por unos días y que pronto volverá con sus compañeros. “Si sucede, tendré que presentarme en la escuela con mi abogado porque es la única manera de resguardar mi integridad física y moral”, señaló. Varios hechos másLa situación desató el enojo de los docentes de la institución que denuncian que la violencia es moneda corriente tras las puertas de la escuela. Es más, se unieron para elaborar una nota que presentarán al director para exigirle que tome medidas ejemplares o que redima de su cargo si la situación lo superó. “Ya planteamos que los chicos no nos respetan, siempre hacen estas cosas y van a la dirección donde son perdonados. Necesitan una sanción ejemplar para que sepan que no se puede repetir”, señaló la docente. Indicaron que, si la respuesta a la nota es negativa, analizan convocarse en asamblea y suspender las clases por tiempo indeterminado.
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