BERNARDO DE IRIGOYEN. En términos jurídicos el ensañamiento se configura cuando las circunstancias de resistencia u oposición de la víctima no representan obstáculo o peligro para el agresor. Fue lo que, lamentablemente, sucedió con Ramón, el niño de trece años que el martes pasado fue ultimado de al menos tres puntazos en una zona de monte del barrio Cuatro Hermanas, de este municipio.Los primeros datos de la pesquisa llevan a suponer que la primera cuchillada fue en el estómago; el chico corrió y recibió la segunda en la espalda. En este caso, la estocada fue terrible; de una profundidad tal que lo dejó paralizado de piernas.Al límite de sus fuerzas, guiado por su instinto de supervivencia, el niño se arrastró unos cuatro o cinco metros hasta que el atacante decidió lo peor: tomó de los cabellos a la víctima, no sólo indefensa, sino probablemente agonizante, y la degolló.El hecho ocurrió el martes, en el barrio Cuatro Hermanas de Bernardo de Irigoyen. La madre lo denunció a eso de las 21 en la comisaría de esa localidad.Una patrulla acompañó a la mujer hasta el lugar, una zona de monte cerrado, y encontró el cuerpo.La trama nefasta de esta historia comenzó mucho antes; en horas de la tarde, cuando Ramón y sus dos hermanos fueron a cortar “escobadura” para la madre.Después de esa tarea, los tres se dirigieron a un arroyito, de escaso caudal, en cuya orilla acostumbraban a jugar.En ese punto de la historia se entrecruzan dos versiones. Una indica que los hermanos estaban jugando entre ellos y que el único vinculado con el caso estaba a una distancia prudencial.La otra, por el contrario, consigna que el muchacho de 22 años estaba con ellos en el hilo de agua.Lo cierto es que los dos hermanos, de 11 y 12 años, contaron que la única persona a la que vieron en la zona fue a ese joven; a nadie más.Esa circunstancia hizo que la Policía lo detuviera en averiguación de antecedentes.Sin embargo, al día siguiente, el juez de Instrucción 1 de Eldorado dispuso la liberación del sospechoso, aunque supeditado al futuro de las averiguaciones.Ese día, personal de la Unidad Regional XII, con asiento en Bernardo de Irigoyen, allanó el domicilio del muchacho, ubicado no muy lejos de donde viven los hermanos, procediendo al secuestro de la ropa que vestía al momento del hecho y de un cuchillo tipo puñal, que pudo haber sido utilizado en la comisión del crimen.Todos estos elementos fueron enviados el mismo miércoles a la Dirección Criminalística de la Policía de Misiones, para la realización de distintas pericias, entre ellas la prueba de luminol.La Justicia aguardará el resultado de ellas para resolver la situación procesal del joven discapacitado auditivo, indicó un portavoz de la pesquisa. El arma habría sido un cuchillo de doble filoBERNARDO DE IRIGOYEN. Dice un viejo adagio detestivesco que “un cuerpo habla”. En este caso, que conmueve a todo el territorio provincial, los forenses establecieron, en base a las heridas del cuerpo, que el asesino utilizó un cuchillo de doble hoja, sin sierra, en la comisión del delito.En ese sentido se supo que en el allanamiento que se realizó por orden judicial, en la vivienda del demorado (quien luego recuperó su libertad), fue incautada un arma blanca similar, según las fuentes consultadas. Además, en un balde con agua y jabón, los pesquisas hallaron prendas de vestir con manchas similares a sangre, agregó un portavoz del caso. Estos elementos serán sometidos a las pericias correspondientes, a cargo de los expertos de la Policía Científica. Mientras tanto las investigaciones policiales-judiciales no detienen su marcha. En las últimas horas de ayer los forenses concretaron la autopsia a la víctima, cuyo resultado fue informado al juez instructor de la causa.




Discussion about this post