POSADAS. A poco más de dos años del crimen de Carlos Horacio Ramírez (41), el principal acusado por el hecho finalmente confesó la autoría del hecho y firmó un juicio abreviado por el que recibió una condena de 12 años de prisión por los delitos de “homicidio simple, homicidio calificado en grado de tentativa y lesiones leves”.Así lo pudo saber PRIMERA EDICIÓN en base a fuentes cercanas al caso, quienes confirmaron que, mediante su defensa, Matías Emanuel Ifrán (27) llegó a un acuerdo con la fiscalía del Tribunal Penal 1 de la Primera Circunscripción Judicial, a cargo de la letrada Liliana Mabel Picazo.Ante esta situación, sólo resta la homologación de la condena por parte de ese alto órgano judicial, cuestión que las fuentes consultadas dan por cierto y que se resolvería en las próximas horas.De esta manera, Ifrán finalmente resulta hallado culpable por el sangriento episodio que conmocionó a Posadas y convulsionó el barrio cercano a la terminal de ómnibus de la capital provincial.El asesinato tuvo lugar alrededor de la 00.10 del sábado 15 de junio de 2013 sobre la calle Bermúdez, entre 120 y 122 de Posadas, a un par de cuadras de la avenida Quaranta, exruta nacional 12.Por ese lugar, un joven de 18 años regresaba en motocicleta de comprar algunas cosas en un kiosco de la zona cuando fue abordado por el acusado. Al parecer, el muchacho probaba el rodado que Ramírez, su tío, acababa de comprar.De la reconstrucción realizada en noviembre de 2013 se desprende que allí Ifrán habría intentado ultimar al joven con un cuchillo de importantes dimensiones, sin contar que la escena era observada por Ramírez quien salió en su defensa pensando que trataban de robarle el vehículo. En realidad, Ifrán había llegado al barrio con firmes intenciones de llevar adelante un “ajuste de cuentas”.Así las cosas, Ramírez alcanzó al joven e intentó reducirlo. Entonces Ifrán le clavó un cuchillo en la ingle, provocándole graves heridas que le ocasionaron la muerte horas después en la terapia intensiva del Hospital Escuela de Agudos Ramón Madariaga. Segundos después, el acusado fue atrapado por un hermano de Ramírez, efectivo de la Policía de Misiones, quien también sufrió lesiones en una pierna.La víctima fatal era principal sostén y padre de cuatro hijos. Se dedicaba a la construcción y se preparaba para cenar junto a su hermano y el sobrino cuando la muerte lo sorprendió a metros de la casa de su madre. Desde entonces, la familia y el vecindario iniciaron un prolongado pedido de justicia por el crimen.





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