POSADAS. Está en plena ejecución la iniciativa orientada a reunir información y mejorar la calidad de los plantines de yerba mate, una acción del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym), que se lleva adelante en coordinación con el Instituto Nacional de Semillas (Inase), y está enmarcada en el Plan Estratégico del sector.En el 2011, el Inym creó el Registro de Viveros de Yerba Mate –resolución 01/11- con la finalidad de obtener la trazabilidad, el origen del material genético y conocer la cantidad de plantas disponibles, y poder realizar proyecciones sobre futuras producciones de yerba mate. Desde entonces, a los fines de dar cumplimiento con este objetivo, deben inscribirse en la institución todas las personas físicas y jurídicas que lleven a cabo actividades relacionadas a la multiplicación de ejemplares de yerba mate género Ilex especie paraguariensis originarias de semillas, estacas y cultivos in vitro, y que se dediquen a la producción para uso privado o comercialización, independientemente del volumen de ejemplares que produzcan y del tipo de instalaciones donde funcionen.Hasta la actualidad están registrados 72 viveros que producen y/o multiplican yerba mate, parte de los cuales fueron visitados días atrás por el ingeniero agrónomo Jorge Cortés, y el ingeniero forestal Marcelo de la Vega, del Inase, junto a técnicos del Inym. “El objetivo es el control en la producción y comercio de las semillas, entendiendo por semilla no solamente la botánica, sino todo aquello que signifique parte de reproducción”, dijo Jorge Cortés. “El Plan Estratégico establece pautas para este sector y el Inase cumple un rol, al controlar los plantines y hacer un seguimiento, junto al Inym, sobre la calidad y cantidad de éstos”, agregó.Cortés anunció además la conformación de un Comité Técnico de Yerba Mate, “que forma parte del Comité Nacional de Semillas, en vinculación directa con el ministro de Agricultura de la Nación, Carlos Cassamiquela, y en cuyo ámbito se tratarán todos los aspectos inherentes a este tema, de forma tal que en 4 o 5 años podamos contar con un sistema de certificación de semillas y plantines” de yerba mate.“¿Por qué es importante certificar semillas y plantines?”, preguntamos a Cortés. “Lo que se certifica es la procedencia de la semilla, que es la materia básica con la cual se producen los plantines”, aclaró. “Nosotros observamos todo el sistema de obtención de los plantines, y eso nos permite por ejemplo identificar y obtener individuos que son muy buenos y que nos gustaría que el día de mañana formen parte de las plantaciones de los pequeños agricultores; que las plantas selectas pasen a una línea de mejoramiento de yerbales. Queremos que quienes adquiera un plantín certificado, adquirirá un plantín con calidad superior a la media”, profundizó el ingeniero agrónomo.El profesional destacó además que es necesario generar conciencia sobre la importancia de generación e incorporación de plantines de calidad superior a la media. “El vivero es una actividad fundamental, no es una actividad secundaria… nos gusta pensar que tenemos viveristas que viven de esta actividad, y que buscan calidad en la producción porque nuestro objetivo es lograr una mejora en la producción, o sea generar e introducir a las chacras plantas mejores”, destacó. Qué dice el Plan EstratégicoEl Plan Estratégico para el Sector Yerbatero, vigente hasta el 2028, establece las siguientes líneas para el eslabón de Producción de Plantines: “Garantizar la producción, certificación, control y fiscalización del material genético suficiente para cubrir la demanda; propender a la Formalización de una organización de viveros; coordinar acciones con el sector primario para planificar y estimar la producción a mediano y largo plazo; consolidar la información existente sobre el sector productor de plantines; generar productos y precios diferenciados según calidad; mejorar la producción de plantines a través de capacitación e implementación de buenas prácticas y tecnologías apropiadas y proteger el material genético de yerba mate como patrimonio de la zona de origen”. En ese contexto, se enmarca, por ejemplo, el Registro de Viveros creado por el Inym en el 2011 (Resolución 01/2011), en convenio con el Instituto Nacional de Semillas (Inase), con la finalidad de contar con datos estadísticos y poder realizar proyecciones sobre futuras producciones. ¿Por qué yerba mate policlonal?Desde el Área Técnica del Inym se aconseja utilizar plantines de yerba mate de origen policlonal, de buena genética y calidad. En una visita realizada a productores incorporados al Programa de Renovación de Viejos Yerbales en Oberá, el ingeniero agrónomo Matías Bazila, del Área Técnica del Inym, manifestó que “estudios realizados estiman que en una plantación convencional el 30 por ciento de las plantas tienen un rendimiento de bueno a muy bueno, y el 70%, una producción de mediana a bajo”. En cambio, “en las plantaciones con manejo técnico adecuado y plantas de origen policlonal, esos números se invierten: el 70% del yerbal tiene un rendimiento de bueno a muy bueno”. La experiencia de PindóEn Puerto Esperanza, el Vivero Pindó produce semillas y yerba mate policlonal.“Pindó tiene su huerto semillero propio porque la empresa tomó la decisión de realizar un trabajo de mejoramiento en yerba, algo que se viene haciendo desde hace 15 años, lo cual nos ubica dentro del mercado con uno de los productos con mejor genética, superior al resto de los materiales que circulan en el mercado”, contó Luis Bóveda, responsable del Vivero Pindó. “Esto nos permitió este año salir a la venta con plantines de genética propia”, agregó.Al explicar las diferencias entre un plantin de yerba tradiconal y un plan con mejoramiento genético, Bóveda señaló: “El rendimiento por planta es mayor; eso a partir de una selección de plantines que producen muchos kilos de hoja verde por planta / por hectárea / por año; nuestros ensayos con las plantas seleccionadas nos dan promedio de 6 kilos y medio por planta por año”. El profesional destacó que “todos estos años de selección y de ensayo nos permitieron también detectar, dentro de las familias seleccionadas, cu&a
acute;les eran las más resistentes a enfermedades o a diferentes adversidades que puede tener el cultivo en toda la cuenca yerbatera, una selección que se hizo en toda la cuenca yerbatera, desde Andresito hasta Colonia Liebig”. De esta manera, “las plantas salen a campo fuertes y resistentes a cualquier adversidad, como heladas, plagas y altas temperaturas”.





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