BUENOS AIRES (NA). Dos empleadas domésticas declararon ayer que el empresario Fernando Farré ejercía una violencia “constante” con respecto a su mujer, hijos y también hacia ellas, y así complicaron la estrategia de la defensa de plantear la emoción violenta como atenuante del crimen.El abogado Claudio Katis, representante de Mónica y María, dijo que las dos mujeres hicieron referencia a “todas las violencias que puede imaginarse: verbal, física, psicológica, hostigamiento constante”.“Han declarado todo lo que han visto y vivido durante todos estos años, principalmente Mónica respecto de todas las situaciones abyectas que le toco vivir en esta familia”, indicó. Sobre la situación dentro de la casa a la que se refirieron las dos mujeres, el letrado explicó: “Había un contexto de violencia generalizada, con los hijos y con las chicas también. Con todas las que prestaban servicio”. “Desde el comienzo la relación fue violenta. Mónica trabajó más de ocho años”, precisó. Sin dar demasiados detalles para no violar el secreto del sumario, el abogado agregó: “Protagonizaron hechos de maltrato, de violencia constantemente, era moneda corriente”. “Quedaron conmocionadas con la noticia. Estamos buscando asistencia psicológica porque María pasó tres días sin dormir ni comer”, aseguró. Las empleadas domésticas que trabajaron en la casa del matrimonio declararon este lunes ante la fiscal Carolina Carballido, a cargo de la investigación del caso. Por otro lado, el perito psiquiatra Enrique De Rosa, contratado por la defensa de Farré, consideró que hacer declarar a los hijos del matrimonio sería “revictimizarlos” y sólo agregaría “morbo” al caso.





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