TAINJIN, China (Agencias y Medios Digitales). La explosión del pasado miércoles en una terminal de contenedores del puerto de Tianjin, en el norte de China provocó al menos 114 muertos y 70 personas desaparecidas. La violenta explosión además de ahogar las vidas de estas personas incendió miles de vehículos nuevos que estaban en la campa del puerto a la espera de partir a su rumbo de destino.Tianjin, a 75 kilómetros de la capital Beijing (Pekín), es uno de los principales puertos de entrada para los vehículos de importación para el norte de China, además de estar unido con la capital por medio de una línea de alta velocidad de ferrocarril.Los vehículos calcinados son de varias marcas. Volkswagen ha confirmado que perdió 2.700 coches, Renault 1.500 vehículos, Hyundai y Kia unos 4.000 y BMW podría haber perdido otros 2.000. En total, más de diez mil vehículos han quedado destrozados ya que Toyota no ha cuantificado las unidades que ha perdido a causa de la explosión, como tampoco lo han hecho Ford, Nissan, General Motors o Mercedes Benz. Estas cuatro últimas han confirmado que tenían coches en la zona, pero no saben cuántos han perdido al no haber podido evaluar los daños.La explosión, por tanto, va a afectar al mercado de automóviles en China. Tianjin es donde Toyota y su aliada china FAW concentran la mitad de la producción de la japonesa en China. El año pasado de allí salieron 440.000 vehículos. Así que el paro de tres días en la fabricación se reflejará en el mercado internacional.En el lado opuesto, BMW ha dicho que su planta en Shenyang está funcionando de forma normal y que los coches dañados por el incendio estaban asegurados. No sabe cuántos vehículos perdió porque el paso está bloqueado en tres kilómetros a la redonda. De ahí que haya cambiado Tianjin por Shanghai como su principal puerto de importación a China redirigiendo unos 2.000 vehículos a la semana hacia este último puerto.Al mismo tiempo, Renault anunció que la pérdida de los 1.500 vehículos va a afectar de forma negativa a sus ventas en China en agosto y septiembre y ha hecho una revisión a la baja sobre sus ventas anuales. La planta ubicada en Tianjin tenía al menos 3.000 toneladas de productos peligrosos. El gobierno chino todavía no ha podido averiguar las cantidades concretas que se albergaban en el lugar, ya que todo quedó destruido.Crisis bursátil y devaluación del yuanLa crisis bursátil que atraviesa China provocó varias devaluaciones de la moneda, lo que también afecta a las marcas automovilísticas. Primero porque el aumento de los temores es sinónimo de un freno en las compras. De ahí que las previsiones de crecimiento de la venta de automóviles que a principios de año eran del 7% se tornen ahora en un aumento del 3%. No hay que olvidar que en junio las ventas de coches en China bajaron un 3,4%, el primer retroceso mensual en más de dos años.Un menor ritmo de ventas que ha provocado ajustes en los precios de los vehículos, lo que unido a la devaluación del yuan va a provocar que los ingresos de los fabricantes de automóviles sean menores de los previstos.No obstante, China continúa siendo el primer mercado de automóviles del mundo y este año se van a superar los 23,7 millones de unidades fabricadas en el año 2014 ya que, por ejemplo, Renault y FCA (Fiat Chrysler Automoviles) tienen previsto abrir nuevas instalaciones este año. Por otra parte, las aseguradoras estiman que las indemnizaciones podrían alcanzar los 1.350 millones de euros.Burbuja “made in China”Aunque China anunció que su PIB creció un 7% en los dos primeros trimestres de este año, datos independientes señalan que la economía crece a un ritmo más cercano al 5%. Es difícil determinar cuándo se producirá exactamente la próxima recesión global, que en los últimos 50 años se ha producido cada ocho años. Pero el pánico político en Pekín en torno a su divisa y la caída de su Bolsa sugieren que la próxima recesión global probablemente será “Made in China”.




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