LA HABANA, Cuba (Agencias y diarios digitales). La bandera de las barras y las estrellas ondea de nuevo en la embajada de Estados Unidos en Cuba, 54 años después de la ruptura diplomática entre dos naciones que ayer pusieron otro hito en su nueva era de relaciones con la presencia en la isla del secretario de Estado, John Kerry.Los tres marines que arriaron en 1961 la bandera estadounidense en la embajada de La Habana fueron los encargados de entregar la enseña en la ceremonia de izado presidida por Kerry, el primer secretario de Estado que visita la isla en 70 años.“Los invito en nombre del presidente Obama y el pueblo norteamericano para cumplir su compromiso presentando la bandera de las barras y las estrellas para ser izada”, dijo Kerry a los infantes de marina y a continuación se escuchó el himno estadounidense en La Habana.Larry Morris, Mike East y Jim Tracey, los antiguos marines, todos septuagenarios, entregaron la bandera a los jóvenes marines encargados de colocarla en el mástil e izarla, acto solemne que dio paso al himno estadounidense.En el discurso previo al izado Kerry señaló que en la nueva embajada, reabierta el pasado 20 de julio, se siente “como en casa”, feliz de estar en La Habana viviendo “una jornada para dejar a un lado viejas barreras y explorar nuevas posibilidades”.“No hay nada que temer, ya que serán muchos los beneficios de los que gozaremos cuando permitamos a nuestros ciudadanos conocerse mejor, visitarse con más frecuencia, realizar negocios de forma habitual, intercambiar ideas y aprender los unos de los otros”, dijo en un fragmento en español durante su discurso en la ceremonia oficial de apertura de la embajada.Mientras se desarrollaba la ceremonia, centenares de cubanos y turistas, con banderas estadounidenses y cubanas, se congregaron en las afueras del edificio diplomático para no perderse este día histórico.El izado de la bandera de las barras y las estrellas fue acogido con aplausos por los invitados a la ceremonia y también por las personas congregadas en los alrededores de la sede diplomática, desde donde numerosos medios de comunicación internacionales dieron cobertura al acontecimiento.Durante su discurso, Kerry afirmó que una “democracia genuina” en la que puedan “elegir libremente a sus gobernantes” es la mejor opción para los cubanos, aunque es a ellos a quien corresponde definir su futuro.“Nuestras políticas del pasado no han conducido a una transición democrática aquí en Cuba. Sería poco realista esperar que la normalización de relaciones tenga un impacto transformador en el corto plazo”, señaló.Tras el acto formal en la embajada, Kerry, el primer secretario de Estado de Estados Unidos que visita Cuba en 70 años, se reunió con el cardenal cubano Jaime Ortega y posteriormente se dirigió al Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba para mantener conversaciones oficiales con el canciller Bruno Rodríguez.El secretario de Estado, que hoy mismo regresará a Estados Unidos, mantendrá por la tarde un encuentro con representantes de la sociedad civil y con disidentes, que no fueron invitados a la ceremonia formal de la embajada.Ese encuentro se celebrará en la residencia del encargado de negocios de Estados Unidos, Jeffrey DeLaurentis, donde tendrá lugar otra ceremonia de izado de la bandera estadounidense.La oposición de siempreEl precandidato republicano a la Casa Blanca, Marco Rubio, prometió ayer que si se convierte en presidente de Estados Unidos dará inmediatamente marcha atrás al acercamiento con Cuba y al pacto nuclear internacional alcanzado con Irán.En un discurso pronunciado en Nueva York casi en paralelo al izado de la bandera estadounidense en la embajada de La Habana, Rubio arremetió duramente contra la política exterior de la Administración de Barack Obama.“El presidente Obama ha recompensado al régimen de los Castro por sus tácticas represoras y su persistente y paciente oposición a los intereses estadounidenses”, aseguró el senador republicano por Florida.Rubio acusó a Obama de terminar con una política mantenida durante medio siglo por presidentes de los dos partidos y de permitir que el Gobierno de Cuba reciba “legitimidad internacional y un estímulo económico” para continuar con su “represión del pueblo cubano”. “Y como símbolo de lo equivocado que ha resultado ser este giro político, ningún disidente cubano ha sido invitado hoy a la ceremonia oficial del izado de la bandera en la embajada de Estados Unidos en La Habana”, insistió el senador de origen cubano.Así, Rubio prometió que si llega a la Casa Blanca dará a los Castro a elegir: “O bien continúan reprimiendo a su gente y pierden las relaciones diplomáticas y los beneficios dados por el presidente Obama, o bien llevan a cabo reformas políticas y de derechos humanos significativas y reciben más comercio, inversión y apoyo de Estados Unidos”. Un paseo por La Habana ViejaLa visita de Kerry “marca el fin de 54 años de divorcio”, dijo William LeoGrande, experto en Cuba de la American University en Washington.Pero funcionarios de los dos países han reiterado que mantienen profundas diferencias, y se espera que en la reunión de cancilleres se recuerden los temas más espinosos, como los derechos humanos y la situación de los disidentes cubanos, pero también el pago de compensaciones o el fin del embargo comercial contra la isla, que sólo puede aprobar el Congreso estadounidense.Fidel Castro, un tibio defensor del plan de su hermano Raúl con Obama, lo puso claro sugiriendo que Washington debe pagar a Cuba “cuantiosos millones de dólares” por los daños causados por el embargo, en un escrito divulgado el jueves en ocasión de su 89 cumpleaños.“Ahora viene la parte difícil”, señaló LeoGrande a la AFP.Kerry también tuvo un encuentro con el arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Lucas Ortega, conocido por su labor sobre derechos humanos y la liberación de presos políticos, un interlocutor privilegiado del gobierno comunista.Y aún con el poco tiempo libre, Kerry dijo que espera no marcharse sin antes dar un paseo por las calles de postal de La Habana Vieja.Un encuentro con Raúl Castro o Fidel “no está en la agenda”, aclaró el jueves un portavoz del Departamento de Estado.




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