POSADAS. “Se terminó la angustia, ahora sólo queremos empezar a producir”, aseguró el tesorero de la nueva Cooperativa de Trabajo Bolsas Kraft ex La Arminda, Esteban Aranda, minutos antes de recibir la matrícula por parte de los Ministerios de Trabajo y de Acción Cooperativa, Mutual y Comercio. La firma se realizó en la sede de Trabajo, donde estuvieron presentes alrededor de veinte exempleados de la fábrica, además del ministro Jorge Valenzuela, y su par Fabiola Bianco, quienes comentaron que, para funcionar, la cooperativa solamente debe contar con las máquinas a punto y esencialmente la materia prima. Y en este punto están los extrabajadores ya que, según comentó a PRIMERA EDICIÓN el flamante presidente, Gabriel Berón, las máquinas están en excelente estado, todas funcionando y solamente tendrán que poner en marcha para afinar los detalles. Y con respecto a la producción, el mes que viene ya comenzarían a hacerlo con la ayuda de un inversionista, quien proveerá el papel para armar las bolsas.“A partir del mes de septiembre vamos a empezar a trabajar para empezar a juntar dinero y cumplir con un contrato con un empresario, por eso la urgencia de conseguir la matrícula”, comentó Berón a este Medio y detalló que “nosotros necesitábamos la matrícula para poder trabajar y facturar al empresario que aportará la materia prima. No podíamos vender bolsas sin esto, y lo bueno es que el inversor también nos ayudará con ingresar nuevamente en el mercado interno, hay empresas que compran de manera mayorista y hoy no contamos con el papel para hacerlo”. “Lo que se viene no es fácil, lo sabemos. Pero estamos preparados para trabajar, nadie les puede enseñar a los obreros a producir”, aseguró Berón, quien adelantó que todavía deben solucionar algunas condiciones económicas con los dueños de la exfábrica, con respecto a las máquinas y al depósito donde funciona. Alegría e ilusionesAntes de ingresar a la sala de reuniones del Ministerio de Trabajo, los trabajadores comentaron a este Diario la satisfacción y alegría de poder continuar con la fábrica de bolsas de papel. En la mayoría de los casos se trata de personas que toda su vida trabajaron allí y que se sintieron muy afectadas con los fallecimientos de los patrones. “Se termina un ciclo, aunque ahora empieza lo más difícil”, afirmó Aranda y reflejó la sensación de ese grupo de trabajadores que hace dos meses no tienen ingresos fijos y que, por ejemplo, en las últimas elecciones vendieron empanadas y pastelitos en los lugares de votación. “Nos ayudamos entre todos”, coincidieron, mientras se lamentaban por los excompañeros que no conformarán la cooperativa porque buscaron otros horizontes laborales. Sobre esto, Berón explicó: “En principio éramos unos cincuenta empleados, pero quedamos 42 familias que dependemos de la fábrica, los compañeros que no están más es porque empezaron a trabajar en otras partes”. Con respecto a los productos que seguirán haciendo, Berón dijo que “continuaremos con nuestro rubro que son las bolsas de papel. Desde las de cinco hasta 100 kilos, y entre las que se encuentran bolsas para azúcar, carbón, harina y nuestro fuerte que es la producción de bolsas de cemento, un producto que, en Argentina, hay solamente tres empresas que fabrican. Además, la empresa siempre exportó bolsas a Europa”. “Tenemos mucha expectativa, la gente está feliz y me parece que es importante que un obrero pueda definir su futuro, es una oportunidad única para nosotros, entendemos bien que depende de nosotros. Es un lindo desafío, porque no es normal que un obrero tenga que manejar la empresa”, concluyó.





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