SAN VICENTE. La falta de lluvia y el fuerte viento norte provocan incendios en basurales, baldíos y aserraderos. En la última semana los Bomberos Voluntarios de San Vicente tuvieron hasta cinco salidas diarias. Por suerte, fueron lugares cercanos y la rápida actuación de los bomberos evitó que causaran muchos daños.Agosto es un mes con fuerte viento norte en la provincia. La imprudencia de la gente sumado a la sequía en los pastizales y basurales, ayudado por el viento, provocan incendios que pueden ocasionar daños e incluso tragedias, ya que si las llamas alcanzan una vivienda podrían destruirla. Hace prácticamente tres semanas que no llueve en la provincia y por la temporada invernal hay muchos pastizales y baldíos secos que son proclives a ser combustibles para los incendios intencionales. Muchas veces en forma inconsciente una persona tira basura o gajos de poda de árboles y los prende fuego para destruirlos y termina ocasionando un incendio y deben recurrir a los Bomberos Voluntarios para extinguirlo.Este fin de semana y algunos días anteriores también, los bomberos de San Vicente tuvieron que actuar en incendios de capueras y pastizales hasta cinco veces en un solo día. Si bien no causaron ningún daño severo en domicilios particulares, sí atacaron a yerbales y potreros y pastizales cercanos a casas de familias.Los trabajadores civiles alertan a la sociedad para que no realicen ningún tipo de quema porque el fuego se vuelve inmanejable con el viento. Jorge Scheilmer encargado de interactuar con la prensa dijo “pedimos que no quemen nada, ni una basura, ni un pastizal porque por el fuerte viento se le puede ir e incendiar una casa o alguna instalación o cultivos. El fuego es algo incontrolable cuando toma dimensiones muy grandes e intensas. Hasta ahora no tuvimos incendios en viviendas, pero sí en cultivos de yerbas y otras cosas”.El bombero civil informó que “en la última semana tuvimos hasta cinco salidas para apagar incendios en pastizales y capueras. Todo se inicia con la quema de una basura o de unos gajos secos que luego por el viento se vuelve incontrolable y nos llaman. Así se quemaron hasta dos hectáreas en algunos casos y otras menos. Pero tuvieron que llamarnos para que apaguemos el incendio”.La imprudencia también se da en los aserraderos. Hay quienes queman los desechos como restos de trozos de maderas o de aserrín que depositan al lado de las instalaciones. Lo prenden fuego y lo cuidan, pero queda una braza encendida y luego por acción del viento se prende y genera un incendio. El fin de semana dos aserraderos tuvieron principio de incendio por esas razones, pero no tuvieron mayores pérdidas en las instalaciones. Aclararon además, que muchos de estos incendios no arrasaron con montes o plantaciones forestales porque en su interior está muy húmedo y no permitió que el fuego avance y pudo ser controlado a tiempo.





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