POSADAS. La Sociedad Argentina de Escritores filial Misiones (Sadem), convocó para hoy a las 19 a un acto de homenaje a Juan Enrique Acuña en el Palacio del Mate (Rivadavia 1849 con entrada por el Paseo Bossetti), conmemorando los 100 años del nacimiento del reconocido poeta y titiritero posadeño, coautor de Triángulo, considerada la primera publicación lírica de Misiones y en homenaje a quien se instituyó por Ley el Día del Escritor Misionero.Recordar anécdotasEstá previsto en principio recordar anécdotas del destacado poeta por parte de la escritora Rosita Escalada Salvo, quien fue una de sus amistades más preciadas en el círculo literario de Misiones. También hablará sobre la fundamentación el Día del Escritor Misionero la legisladora provincial Tiki Marchesini, quien se hizo cargo de la presentación del proyecto en la Cámara de Representantes. Por su parte el cantautor misionero Karoso Zuetta (acompañado por Nerina Bader), interpretará la composición musical de su autoría, en base a un poema de Juan Enrique Acuña, también a modo de tributo al barbado titiritero:“El Romance del Mensú”.Los escritores que quieran participar pueden llevar un texto dedicado a Acuña para ser leído, aunque también adelantaron que se sortearán libros del mítico escritor al final del evento. Esta actividad es organizada por la Sociedad Argentina de Escritores, y posee la adhesión de la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Posadas y de la Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Misiones.Acuña por Rosita Escalada SalvoLa escritora Rosita Escalada Salvo indicó que “Juan Enrique Acuña nació un 15 de julio de 1915, en Posadas. Y el 13 de junio se cumplió un aniversario más de su fallecimiento, que sucedió en Buenos Aires, donde había sido derivado de urgencia” y agrga que , “Fue Director de Cultura de la Provincia de Misiones entre 1958 / 1959. Previamente había viajado como becario a la Universidad de Carolina, de Praga, a perfeccionarse en la cátedra de Títeres, actividad a la que dedicó su vida.“Pero el primer referente que tenemos de Acuña -dice la autori de Paíto -, es como co-autor del primer libro de poesía de Misiones:, Triángulo (1936). A esa publicación le siguieron La ciudad sangrante (1939), El canto (1945) y El río (1950) de su autoría.“Cuando alguna vez se le preguntó por qué dejó la poesía, Acuña respondió: “Nunca la dejé: ahora hago poesía con los títeres”.La visita a la casa de Costa Rica“Y me viene a la memoria -continúa la conocida escritora-, la imagen de su casa en San José de Costa Rica, donde se había radicado desde 1968. Una casa larga, de madera, en medio de un parque donde por la altura solía caer una tenue llovizna conocida como “pelo de gato”. Una casa cálida, con aroma a plátanos fritos con canela, donde la yerba mate tan preciada se secaba en un tirante de la chimenea (le habíamos llevado algunos paquetes, como obsequio). Y donde los títeres, creados por sus manos, podían aparecer en cualquier pared, esquina, estante.“Fue el fundador del Moderno Teatro de Muñecos de Costa Rica y de la cátedra de títeres a nivel universitario, entre muchas otras actividades que figuran en su extenso currículum, entre ellas, jurado del Premio Casa de las Américas, de Cuba.“En 1987, ya jubilado, regresa a su tierra natal, para trabajar en el Sipted (Sistema Provincial de Teleducación y Desarrollo), en la confección y puesta en escena de títeres para televisión. La muerte lo sorprende un 13 de junio de 1988.“Como homenaje póstumo, la Editorial Universitaria de Misiones publica en 1998, Aproximaciones al arte de los Títeres (reeditado en Córdoba en 2013 por Ediciones Juancito y María con el apoyo del Instituto Nacional del Teatro). Permanecen inéditos algunos relatos y varias obras de teatro.¿Cómo alejar la imagen?En el prólogo a la edición cordobesa de su libro sobre Títeres, Rosita Escalada Salvo expresó, “¿cómo alejar la imagen que me quedó grabada de su casa en El Coronado, de Costa Rica? “¿Y de su figura delgada, barba blanca, ojos claros, serenos, soñadores, mientras nos mostraba su atelier?”Valió la pena el viaje “Acuña – continúa expresando Rosita Escalada Salvo -, siempre fue un nombre importante en la lírica regional, pues con otros dos poetas, publicaron “Triángulo”, piedra fundamental de nuestra poesía”. Así que, estrechar la mano de un vate y aproximarme al arte de los muñecos, justificaba plenamente el vuelo hasta la capital portorriqueña”.





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