LA PLATA y POSADAS. “Estoy disfrutando mucho, puedo volver a hacer cosas que antes del trasplante era imposible porque estaba muy cansada y dormía todo el día”. Mientras preparaba una sopa de verduras y carne al horno con la alegría de quien lo hace por primera vez, Stefanía Vier (22) dialogó con PRIMERA EDICIÓN desde La Plata, ciudad donde está visitando a unos amigos junto a su mamá Claudia Acosta.El 6 de este mes se cumplieron dos meses del trasplante de corazón en la Fundación Favaloro de Capital Federal y la recuperación de esta joven montecarlense ha sido muy buena. A tres semanas del alta médico recibido el 17 de junio, mejora cada día. Aún le quedan unos cuantos meses en Capital Federal, ya que debe hacer rehabilitación y controles periódicos.“La cicatriz de la operación no me duele nada, lo que sí siento es la debilidad en el cuerpo porque pasaron cuatro meses de estar acostada y los músculos están débiles”, indicó. Pese a que le cuesta, debe caminar para poder prepararse para kinesiología, que comenzará en dos semanas.“Siento las piernas débiles y con los brazos puedo levantar cosas muy livianas, eso me cuesta todavía. Además no puedo hacer esfuerzos para ayudar a que se suelde bien el esternón -el hueso en que se unen las costillas,que fue abierto para poder hacer la cirugía”, indicó Stefy.Adaptarse de a pocoEn estas tres semanas desde que logró el alta, el barbijo es su fiel compañero. “Cuando salgo a la calle o voy a lugares con mucha concentración de gente, o si hay alguien con resfrío o gripe, sí o sí tengo que usar barbijo. Cuando estoy en mi casa -un apart hotel ubicado a doce cuadras de la Fundación Favaloro- no necesito usarlo”, contó.Uno de los obstáculos a vencer tras el alta era aprender a administrar la medicación: 30 comprimidos de diferentes drogas cada día. “En el Favaloro eso me lo traían las enfermeras en cada horario, pero al salir, con mi mamá tuvimos que organizar eso y los primeros dos días fue un poco más complicado, pero ahora ya me acostumbré y es sencillo”, explicó a joven.La ingesta de medicación comienza a las 7.30 y en el transcurso de una hora debe tomar doce comprimidos, entre ellos los inmunosupresores, cuya toma se reitera a las 20. “A las 8 desayuno para que la medicación no afecte al estómago y luego tomo las otras pastillas. A las 10 tengo otra toma, luego a las 12 y la última es a las 20”, detalló Stefy.Recalcó que a pesar de que “en las fotos se me ve la cara hinchada, eso es por los corticoides, pero estoy muy delgada, peso 50 kilos y mido 1,70 metros. Y la verdad es que tengo muy buen apetito porque desayuno dos veces, almuerzo dos veces”.Las nuevas emociones del “Gran Capitán”El lunes, para conmemorar dos meses del trasplante realizado el 6 de mayo pasado, que para Stefy es la fecha de su nuevo cumpleaños, escribió en el Facebook “Un corazón para Stefanía”:“Hoy celebramos 2 meses de este nuevo nacimiento, de esta nueva oportunidad de seguir sintiendo La Vida! 2 meses donde voy disfrutando de grandes cambios, todos muy positivos. Yo sigo viviendo Gracias al SÍ! Y gracias a mi ángel donante que voló al cielo y me dejó su corazón, a él y su familia mi agradecimiento x siempre! Feliz Vida para todossss!!!”.Con ese nuevo corazón, al que apodó “el Gran capitán”, las ganas de seguir compartiendo con la comunidad la importancia de la donación de órganos se han revitalizado. El lunes, en la fecha de su cumpleaños número 23, le deberán realizar una nueva biopsia. “Los médicos me decían, qué lástima que coincide con mi cumpleaños y yo creo que no habrá mejor regalo que festejarlo con buenos resultados en el estudio, que estoy segura que va a salir bien”, recalcó.





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