BUENOS AIRES (Medios digitales). Cerca de cumplirse un año del horrible crimen de Analía Olivera, la joven oriunda de Misiones, ocurrido en agosto del 2014, la Justicia bonaerense confirmó que se realizaron importantes avances en la investigación y se cree que el caso llegaría a juicio oral antes de fin de año.Hasta el momento, la causa tiene cinco imputados y desde la Justicia confirmaron que se están realizando “declaraciones testimoniales”.Hace casi un año, partes del cuerpo de Analía se encontraron en un descampado de la localidad bonaerense de Tristán Suárez, partido de Ezeiza.Los exámenes de ADN determinaron que los miembros hallados pertenecían a la joven misionera, desaparecida horas antes. Analía llegó desde Misiones a suelo bonaerense junto a su pareja y, según testigos, fue vista por última vez el 9 de agosto de 2014.Dos personas que habían sido detenidas y liberadas luego del hallazgo de los restos fueron imputadas nuevamente en la causa judicial, en la cual ya había otros tres acusados: su excuñada Samanta Villagra, su amigo y supuesto amante Federico Vega y su compañera de departamento Carmen Giménez. Los nuevos imputados son Noelia Soledad Villagra, hermana de Samanta, y la última pareja de Analía, César Maximiliano Billordo. Ambos habían sido detenidos al comienzo de las investigaciones junto a los otros tres imputados, pero fueron liberados, condición en la que continúan pese a la imputación.Según fuentes judiciales, tanto los dos últimos imputados como Vega están acusados de “homicidio agravado por ensañamiento y alevosía”, mientras que a Samanta y a Carmen las acusan de “encubrimiento”.A partir de las investigaciones, se determinó que el asesinato de la joven ocurrió el 10 de agosto, un día después de que fuera vista por última vez. Desde la Unidad de Instrucción Fiscal (UFI) Nº 2 de Ezeiza creen que la causa será elevada a juicio “antes de fin de año”.El casoAnalía era una joven misionera de 24 años. Hacía un año y medio que se había trasladado a Buenos Aires para acompañar a su novio, un cadete del Colegio Militar. Era rubia y de baja estatura, trabajaba como auxiliar de limpieza en un country de Ezeiza y quería empezar a estudiar Turismo en la Universidad de Lanús. El sábado 9 de agosto de 2014, desapareció de la casa en la que vivía con una exnovia de su hermano, Samanta Villagra. Al momento de la desaparición, ésta alegó que Analía “se fue el sábado con un bolsito y dijo que volvería al día siguiente”, pero nunca lo hizo. A partir de ahí, comenzaron el desconcierto y la desesperación. El 18 de agosto, partes de un cadáver aparecieron en un descampado de Unión Ferroviaria. Una pareja se encontró con aquel escenario y dio aviso a la Policía. Hasta ese momento, esas partes no coincidían con la contextura física de nadie que estuviera desaparecido en Ezeiza.Tres días después la fiscalía ordenó que se realicen allanamientos. Incluso se buscó en la casa donde vivía Analía, pero sólo se pudo incautar su ropa para obtener rastros de su ADN. Al cotejar los datos genéticos, lamentablemente, coincidieron.





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