PUERTO IGUAZÚ. Efectivos sin botas y vehículos obsoletos a los que había que empujar para conseguir que arrancaran y pudieran acudir a un siniestro. El párrafo grafica la penosa situación por la que atravesaba la Asociación de Bomberos Voluntarios de esta localidad hace tres años. Fue en ese momento que un grupo de profesionales, amigos del secundario varios de ellos, decidieron tomar las riendas del organismo y de a poco, revertir la realidad de un espacio que estaba al borde de cerrar las puertas. Con esfuerzo y dedicación, la novel conducción pudo renovar el parque automotor en un 100%, sanear los problemas edilicios y, después de doce años, reabrir la Escuela de Cadetes. Otro de los puntos importantes fue establecer lazos con camaradas de Brasil y Paraguay, desarrollando este año y con total éxito, el segundo encuentro de las Tres Fronteras.Osvaldo Javier Bareiro es quien preside la Asociación y si bien es la cara visible de este “desafío”, aseguró que lo sostiene un equipo de fierro. Cree que en los logros se refleja el trabajo conjunto de los vecinos y de las instituciones, que es la manera “que se puede lograr lo que logramos. Repuntamos el cuartel y estamos a la altura de las circunstancias de lo que necesita el pueblo. Es una ciudad turística y escapa a la realidad que tienen otras. Tenemos más de un millón de visitantes por año que pernoctan y recorren la ciudad, por lo que tenemos que estar preparados para un eventual siniestro “.Confió que la Asociación se maneja con fondos que provienen de una participación mínima mensual del municipio para gastos de movimiento (combustible, teléfono), y de lo recaudado en la venta de un bono colaboración, que se comercializó por segundo año consecutivo. En el evento de 2014 festejaron el Día del Bombero Voluntario y los 30 años de la Asociación de Bomberos Voluntarios de Puerto Iguazú. En esa ocasión se sorteó un auto mediante un bono que se vendió durante tres meses en la comunidad. Tuvo una gran aceptación y apoyo de los vecinos, y con los fondos obtenidos lograron adquirir dos camiones y una camioneta para el cuartel. Fue por el éxito del encuentro que este año lo repitieron pero apostando a “algo más grande”. Unas 600 personas participaron en la cena donde nuevamente sortearon el auto, duplicando la cantidad de bonos vendidos. Adelantó que para lo que resta del año proyectan realizar una importante inversión en la parte edilicia y adquirir una unidad más, que se negocia en Alemania. “Esta semana presentaremos los equipos que fuimos adquiriendo con los recursos que logramos obtener a través de los eventos mencionados. Recibiremos equipos de rescate tan ansiados desde hace tres años. Son costosos e importados por lo que significan de difícil acceso pero que gracias al aporte que hace la comunidad serán una realidad”, mencionó Bareiro, quien junto a su equipo tiene un año y medio más de gestión “para seguir creciendo”. Insistió con que detrás de los logros “hay un equipo de trabajo muy grande. Son doce profesionales alineados y trabajando para el fin. Somos amigos del secundario que nos contactamos en un momento para tratar de hacer algo por la comunidad. Vimos esta gran necesidad y estábamos interiorizados. En mi caso, nací y me crié a dos cuadras de la institución. Todos tuvimos la suerte de crecer”. Hay empresarios, hoteleros, gastronómicos, comerciantes, que se juntaron para un fin común por la comunidad, que es sacar adelante la asociación que presta un servicio, quizás el más importante de la comunidad. “Estamos trabajando y gracias a eso obtuvimos los logros que alcanzamos”, reiteró.“Nada nos obliga…”Al referirse a la motivación de quienes eligen ser bomberos, relató que cuando ocurre un siniestro el común de la gente sale a correr pero quien tiene vocación hace todo lo contrario. “Dejan su trabajo, sus familias, lo que están haciendo, para asistir a un siniestro que no saben en qué lugar se suscitó, ni a quienes deben socorrer, pero van con toda la predisposición del mundo, con el lema ‘Nada nos obliga sólo el dolor de los demás’. Es lo que tienen metido en la cabeza y es en lo que se mentalizan para llevar adelante tan importante actividad. Y eso es lo que nos motiva como comisión a seguir trabajando. La fuerza de voluntad que tienen estos hombres es increíble”, dijo.Recordó que al ingresar a la institución “nos sorprendimos porque no tenían siquiera botas y debían empujar los camiones para arrancar y acudir a un siniestro. Y de todas formas seguían llevando adelante el trabajo. Hoy la realidad es otra. Cuentan con el equipo de protección y los medios necesarios para llevar adelante la actividad. Están trabajando, motivados por el reconocimiento de la comunidad. Tenemos bomberos de más de veinte años de servicio que no habían tenido la posibilidad de participar en una fiesta y la comunidad retribuya, durante esa noche, la actividad que desarrolla con tanto sacrificio”.La tarea consiste en asistir a incendios y accidentes viales, que en tres años disminuyeron considerablemente gracias a las tareas de prevención. En 2014 cerraron con una estadística de 18 incendios estructurales (viviendas) sin contar los de pastizales, forestales, que se producen durante el verano. “Es bastante el trabajo que llevamos adelante y tenemos que estar bien equipados. Nuestra actividad, en lo que se diferencia de otras fuerzas, es que todo el equipo de protección que utilizamos es sumamente costoso. Vestir a un bombero con el equipo de protección establecido por ley tiene un costo aproximado a los 36 mil pesos. Cuando agarramos la rienda de la institución no había un solo equipo. Por suerte y gracias al trabajo en conjunto, logramos equipar al 100% del cuerpo activo y tenemos un stock de reserva para los eventuales bomberos que vayan a ingresar”. Camino al cierreBareiro admitió que al principio fue un desafío muy grande. Cuando en los comienzos se reunieron con la Directora de Control de Bomberos del Ministerio del Interior, Jacqueline Galdeano, la funcionaria les comunicó que “para cumplir con su trabajo debía cerrar la institución porque no se atenía a las mínimas normas como para ser una asociación. Supongo que en aquel momento no le inspirábamos mucha confianza. En reiteradas ocasiones nos preguntó qué nos motivaba a llevar adelante el trabajo y si pensábamos que íbamos a poder realizarlo. Le dijimos que teníamos la mejor predisposición y voluntad. Confió en nosotros y el Estado Nacional hizo el aporte. Gracias al trabajo en conjunto Puerto Iguazú tiene un cuartel que esta a la altura de las c
ircunstancias. Los muchachos están motivados, los vecinos están conformes con el servicio que prestamos y nosotros satisfechos por el aporte a la comunidad”, sentenció.





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