ARISTÓBULO DEL VALLE. Ni el viejo timbó de más de cincuenta años se salvó de las retroexcavadoras que arrancan los árboles de raíz a los costados de la ruta provincial 7, en el marco de una millonaria obra de ensanchamiento de banquinas que literalmente está desmantelando el “túnel verde” que la caracterizaba. Por los daños patentes que ya son imposibles de minimizar, los vecinos de Aristóbulo del Valle y los integrantes de la Asociación Ecologista Cuñá Pirú se reunirán mañana para concretar acciones directas que frenen el desastre.No descartan manifestarse en algún punto de la arteria que une Jardín América y el pueblo natal del gobernador Maurice Closs. Hacia el primer mandatario también apunta el reclamo, con la esperanza de que ordene la paralización de la obra y su readecuación para minimizar el impacto en los tramos que todavía no fueron tan drásticamente afectados, y que deben preservarse porque la ruta pasa por el borde del Parque Provincial Salto Encantado del Valle del Cuñá Pirú y la Reserva Cultural Natural del mismo nombre. Millones de razonesDesde que se conoció la magnitud del daño en parte de los 33 kilómetros de asfalto, el repudio en las redes sociales fue explosivo. Es que a la par de quedar expuesta la franja “limpia” de siete metros a cada lado de la ruta, con los árboles arrancados de cuajo y las implacables retroexcavadoras, también se conocieron los datos relacionados al monto de la obra, nuevamente millonario como todas las que acelera el Gobierno provincial en este año electoral.Vialidad Provincial invertirá 22 millones de pesos sólo para una primera parte de la misma. Ese dinero “podría haberse destinado al arreglo de caminos de tierra en los pueblos del interior en vez de gastarlo en este desastre innecesario”, señaló el líder del grupo ecologista Cuñá Pirú, Raúl Bregagnolo. “En nombre del “progreso”, que beneficia solamente a la empresa que construye (y destruye) por la irresponsabilidad de Vialidad Provincial, del Ministerio de Ecología, y la tan cuestionada Emsa, están aniquilando uno de los mejores paisajes ruteros de Misiones” explicó el referente. También se preguntó si existe un estudio de impacto ambiental de la obra, cuestión que duda ya que no respetaron añosos ejemplares que ni siquiera se encontraban al borde de la cinta asfáltica. El grupo ecologista venía trabajando un proyecto denominado “Ruta Túnel verde” relevando las especies de árboles existentes y documentando su crecimiento hasta que las copas se tocaban, como efectivamente ya ocurría en varios tramos. Ahora quedó truncado. “Bomba de decibeles” con aval El Concejo Deliberante de esta localidad aprobó el jueves la realización “por única vez” de un show musical de fuerte impacto ecológico el próximo 4 de julio en el camping municipal Cuñá Pirú que se encuentra en plena reserva. El show prevé la llegada de una “carreta tornado” de altísimos decibeles que se usará para maximizar el sonido, lo que afectará la nidificación de los pájaros no acostumbrados a semejante bomba de estruendos, causando un daño que puede llegar a ser permanente. La Asociación Civil Cuñá Pirú advirtió del daño a los ediles, solicitándoles tramiten la mudanza del evento a un lugar adecuado en el cual no dañen el ecosistema. Estos finalmente optaron por darle vía libre a la iniciativa, aún reconociendo el impacto. “Todavía están a tiempo de frenar esta locura. No decimos que no se haga, sino que se haga en otro lugar”, aclaró Raúl Bregagnolo. Por su parte, una estudiante de la licenciatura en Turismo presentó una nota al Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables, informando de la iniciativa y del impacto que ocasionará entre las aves y demás especies. Hasta ahora no tuvo respuestas.





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