CANDELARIA. La conmemoración del Día de la Bandera fue una excusa perfecta para que cientos de pequeños recorrieran la antigua capital de la provincia y recordaran aquel 19 de diciembre de 1810 en que Manuel Belgrano cruzó esta tierra al frente de una reducida fuerza, haciendo frente a las avanzadas paraguayas realistas al mando de Pablo Thompson. Es que Candelaria fue escenario del acto central de la provincia, en el que los cuartos grados de muchas escuelas prometieron su lealtad a la enseña patria, y así fue que quedó en evidencia el lamentable estado del Sarandí Histórico, que yace casi olvidado en su improvisado espacio de la plazoleta céntrica local.Mientras sus retoños se esfuerzan por subsistir en un suelo que poco puede aportarles, en un “cofre” descuidado, como un tesoro que pierde valor, el esqueleto sirvió de telón para las postales de docentes y papás que acompañaron a los niños en esta travesía.Este árbol, que como otros de su especie habitó las riberas, según la tradición, tuvo la honrosa misión de haber cobijado a las tropas del general Manuel Belgrano en su paso por estas tierras cuando emprendió la campaña del Paraguay, incluso cuentan que fue bajo su sombra que redactó el Reglamento Provisional para los pueblos de las Misiones, en 1811.Los años transcurrieron y cada estación vistió a la esbelta planta a orillas del Paraná; los inviernos se llevaron las hojas, a fines de otoño se cubrió de verde y la primavera le dibujó flores blancas que el verano se encargó de convertir en frutos rojos, mientras, por distintos medios, se intentaba destacar su noble pasado.Sin embargo, una placa en la que se inscriba aquel acto y lo distinga ante una sociedad que acabaría por desdeñar su figura no era lo más importante: las aguas del río, que se acercaban estrepitosamente, producto de la suba del embalse de la represa de Yacyretá, representaban una “muerte anunciada”. Es así que desde diferentes sectores comenzaron a movilizarse para conseguir su traslado a “tierras seguras”.Tras un intento fallido en la comisión de Cultura de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, en 1996, por una ordenanza de la Municipalidad de Candelaria y el Concejo Deliberante, se resolvió el trasplante; además, la Cámara de Representantes de la provincia determinó que el Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables estableciera convenios con la Universidad Nacional de Misiones para efectuar su remoción.Trasplantado, pero…Finalmente, en el año 2000, la Ley 25.383, mediante un proyecto del senador nacional por Misiones Ernesto Oudin, lo declaró Árbol Histórico y en mayo de 2002 se llevó a cabo su reubicación en la plazoleta de la avenida principal de la ciudad, en la que se dispuso una pérgola, de la que hoy únicamente queda un estructura que alberga el esqueleto del sarandí que -según la tradición aprendida en la región- supo proteger bajo su copa al creador de la enseña patria y su ejército, en una tierra que nada tiene ya de aquella de las orillas del Paraná y que poco pudo hacer para mantenerlo con vida. La comunidad debería, por lo menos, velar por el mantenimiento de las placas recordatorias.





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